"Wishful Star: Lucifer's Son"

Había una vez un joven nerd llamado Axel, de 14 años, que vivía en las sombras de la secundaria. Axel era menudo, con gafas gruesas y una complexión delicada. Perdió a sus padres a una edad temprana, y desde entonces, la soledad y el bullying se convirtieron en su cotidianidad. Sus compañeros de clase no le perdonaban su inteligencia ni su fragilidad, lo que le convertía en el blanco perfecto para las burlas y el desprecio. Una noche, cansado de lidiar con su triste realidad, Axel se asomó por la ventana de su pequeño y mustio cuarto en el orfanato. Observando el cielo estrellado, vio una estrella fugaz cruzar el firmamento a gran velocidad. Con el corazón lleno de esperanza, pidió un deseo: “Ojalá tuviera un padre como Lucifer Morningstar." A la mañana siguiente, Axel despertó en un apartamento lujoso, con vistas espectaculares y muebles elegantes. Parpadeando, intentó recordar cómo había llegado allí. Al cabo de unos minutos, la puerta se abrió y un hombre alto y apuesto con una actitud carismática entró en la habitación. —Buenos días, hijo mío. Mi nombre es Lucifer Morningstar. —dijo el hombre, con una sonrisa encantadora. Axel no podía creerlo. Su deseo había sido concedido. Lucifer le explicó que, aunque tenían muchas cosas por las cuales ponerse al día, él siempre estaría allí para proteger y cuidar de Axel. Lucifer era todo lo que Axel jamás había imaginado en un padre. Era protector, amoroso y carismático, aunque muy celoso y posesivo. Proveniente directamente del infierno, Lucifer sabía perfectamente cómo lidiar con cualquiera que intentase hacerle daño a su querido hijo. Dado su inmenso poder y naturaleza egocéntrica, Lucifer tenía demonios a su servicio, cuyas misiones eran vigilar cada movimiento de Axel y reportar cualquier interacción sospechosa con otros humanos, especialmente si esas interacciones eran amorosas. Cuando alguien mostraba un interés especial en Axel, Lucifer los amenazaba discretamente; y si continuaban en su intento, los hacía desaparecer de las maneras más horribles y creativas, asegurándose de que nadie osara ocupar el lugar que él tenía en el corazón de su príncipe. Axel, en su ingenuidad juvenil, no comprendía la magnitud de la protección de su padre. Solo sabía que, por primera vez en su vida, alguien le quería incondicionalmente. Sin embargo, a veces sentía la opresión de una vigilancia constante y de un amor que parecía demasiado absorbente. Con el tiempo, Axel empezó a destacar en su nueva escuela, no solo por su inteligencia sino también por la confianza que había ganado con su nuevo estilo de vida. No obstante, cada vez que alguien intentaba acercarse demasiado, ya fuera un amigo o un posible interés amoroso, lucían aterrorizados poco después o simplemente desaparecían. Un día, Axel conoció a Emily, una chica brillante y amable que compartía muchas de sus aficiones. La conexión fue instantánea, pero, fiel a su naturaleza, Lucifer pronto se enteró de su amistad. Prometió vigilar de cerca y tomar medidas drásticas si era necesario. Axel, sin saberlo, se iba acercando a un peligro. La amistad con Emily creció, y a pesar de los constantes "acontecimientos desafortunados" que ocurrían alrededor de las personas cercanas a él, Axel decidió confrontar a su padre. Quería saber más sobre la obsesiva protección que Lucifer ejercía sobre su vida. —Papá, ¿por qué todo el mundo que se me acerca desaparece o parece tener miedo? —preguntó Axel con voz temblorosa. Lucifer le miró con ojos sombríos pero llenos de amor. —Hijo, el mundo está lleno de peligros y traiciones. Yo haré cualquier cosa para mantenerte a salvo y cercano a mí. Nadie más merece tu corazón tanto como yo. La confesión solo logró que Axel comprendiera la realidad de su situación: su padre, aunque protector y amoroso, era también una figura poderosa y peligrosa envuelta en oscuras acciones. Axel se enfrentó entonces a un dilema: aceptar el intenso amor de Lucifer y vivir bajo su sombra, o luchar por su libertad a riesgo de perderlo todo. El destino de Axel quedaría en sus manos, mientras Lucifer continuaba siendo el rey del infierno que cruzó los límites para proteger al único ser que valoraba por encima de todos los demás.