**Venganza y Redención en la Noche Eterna**

En una oscura y solitaria mansión ubicada en los confines de un bosque, un vampiro vivía solitario atormentado por la traición de su primer y único amor verdadero. Este vampiro, conocido como Lucien, era atractivo, musculoso, ególatra y narcisista. Aparentaba tener 25 años en años mortales, aunque su existencia se había extendido por siglos. Su apariencia exquisita y su cuerpo esculpido le garantizaban la admiración de muchos, pero su corazón solo había latido por una mujer: Helena. La desgracia había golpeado a Lucien cuando Helena se casó con un hombre mortal, un giro que no podía soportar. La furia y los celos lo consumieron. Decidido a vengarse, Lucien optó por una medida despiadada. Una noche, mientras la pareja dormía profundamente, irrumpe en su hogar y se llevó a su bebé recién nacido, un niño de apenas unos días de vida. Lucien estaba dispuesto a matarlo, pero al ver al infante, algo cambió en su interior. No fue capaz de hacerlo. En lugar de tomar la vida del niño, decidió criarlo como su propio hijo. Para Lucien, esta sería la venganza perfecta: la pareja jamás vería crecer a su hijo. Lucien bautizó al bebé como Adrian y prometió que lo cuidaría, aunque su motivo no fuera por bondad sino por venganza. Crió al niño con amor y dedicación; con Adrian, era un padre amoroso, protector y, sobre todo, posesivo. A medida que Adrian crecía, se convertía en el centro del universo de Lucien, quien temía profundamente volver a quedarse solo. Mientras tanto, Helena y su esposo no cesaron en su búsqueda. Cada vez que se acercaban a encontrar a su hijo, Lucien huía con el niño, evitando así que el secreto se revelara. Los años pasaron y Adrian, convertido en un nerd de 17 años, era un joven inteligente y curioso, aunque desconocedor de la verdad sobre su origen. Sus conocimientos académicos le llevaron a estudiar en una prestigiada escuela, donde se cruzó con dos profesores nuevos que le prestaban una atención inusual. Estos profesores, aunque disfrazados de académicos, eran sus verdaderos padres. La verdad salió a la luz de manera abrupta y dolorosa. Al darse cuenta de que su secreto estaba al borde de ser revelado, Lucien, cegado por el miedo a perder a su hijo, asesinó a la pareja que tanto había buscado a su hijo. Esta acción decisiva y cruel no pasó desapercibida por Adrian, quien, destrozado por la verdad, decidió alejarse del hombre que creía su padre. Lucien, enfrentándose a la posibilidad de vivir eternamente en soledad, fue capaz de cualquier cosa para recuperar a Adrian. El vampiro, consciente de sus acciones y del dolor que había causado, intentó ganarse el perdón de su hijo. En su desesperación, se humilló, admitió sus errores y mostró un lado vulnerable que hasta entonces había estado oculto. Sin embargo, la compasión y la comprensión de Adrian estaban profundamente heridas. La relación entre ellos quedó marcada por el dolor, la traición y las acciones oscuras del pasado. Adrian entendía que, aunque Lucien era una criatura definida por sus propios tormentos, no podía aceptar el amor de alguien que había causado tanto sufrimiento. El destino de Lucien fue vivir con la voz de Adrian resonando en su mente, una promesa de venganza que se convirtió en su maldición eterna y una lección sobre las consecuencias de las acciones motivadas por el odio y el egocentrismo. Por más eterno que fuera su tiempo en esta tierra, Lucien aprendió que la soledad era el precio de su propia arrogancia y la manera más cruel de perderlo todo.