**Venganza Mortal: El Amor Perdido del Vampiro** -> **Venganza Mortal**

En una oscura y antigua mansión, aislada en lo profundo de un frondoso bosque, residía un vampiro llamado Adrian. Aparentemente, no mostraba más de 25 años, poseía una belleza inigualable, unos músculos cincelados y un allure que infligía tanto deseo como respeto. Pero detrás de su encantadora fachada, Adrian era un narcisista incurable, consumido por su propia imagen de perfección y por el odio hacia la mujer que una vez amó. Esa mujer se llamaba Elena. Contra todos los sentimientos que Adrian había cultivado por ella a lo largo de los siglos, Elena se había casado con un hombre mortal, un acto que Adrian consideró una traición imperdonable. Decidió que la única manera de equilibrar la balanza sería arrebatándoles aquello que más amaban. Una noche, siendo ambos padres recientes, Adrian irrumpió en el hogar de Elena y su esposo, y sin que los mortales lo detectaran, secuestró a su recién nacido, un bebé de apenas días de nacido. Inicialmente, Adrian había planeado terminar con la vida del bebé para consumar su venganza. Sin embargo, al observar la fragilidad inocente del niño, su pequeño rostro y sus ojos que empezaban a vislumbrar la vida, no fue capaz de llevar a cabo tan oscuro acto. Surgió entonces un nuevo plan en su mente inmortal. Decidió quedarse con el niño, adoptarlo y criarlo como suyo. Imaginaba con deleite la desesperación de Elena y su esposo al no poder ver crecer a su hijo. Los años pasaron. El niño, a quien Adrian había nombrado Leo, creció bajo la tutela del vampiro, quien mostraba una fachada amorosa y protectora solo con él. Adrian era posesivo y extremadamente sobreprotector, temiendo la perspectiva de quedarse solo si Leo algún día lo abandonara. Mientras tanto, Elena y su esposo no descansaron en su búsqueda. Recorrieron cielos y tierras, pero cada vez que se acercaban a descubrir el paradero de su hijo, Adrian emprendía una nueva fuga con el muchacho. A los 17 años, Leo se había convertido en un joven inteligente, aunque un poco introvertido, considerado un nerd por sus compañeros de colegio. Ingresó en una nueva escuela donde, irónicamente, sus verdaderos padres trabajaban como maestros. La conexión entre ellos fue inmediata y, sin entender por qué, Leo se sintió extrañamente atraído y cómodo a su lado. Adrian, al notar que su secreto estaba en peligro de ser revelado, y temiendo perder a todo aquello que aún lo mantenía arraigado a una apariencia de humanidad, tomó una decisión despiadada. Una fatídica noche, decidió acudir a la casa de Elena y su esposo y, sin dejar rastro alguno, acabó con sus vidas. Leo, devastado por el descubrimiento del asesinato de sus verdaderos padres, se enfrentó a Adrian. La revelación de la verdad – que había sido secuestrado y criado en una red de mentiras – lo impulsó a decidir alejarse de aquel monstruo que lo había llamado ‘hijo’. Adrian, viendo cómo su único motivo para vivir se alejaba, se sumió en una desesperación sin precedentes. Haría cualquier cosa para recuperar a Leo, para mantenerlo a su lado y no enfrentar la soledad eterna. A pesar de sus defectos y oscuras decisiones, Adrian tenía un único objetivo: no perder a su hijo, la única conexión que le quedaba con una humanidad que hacía tiempo había perdido. Así, el vampiro comenzó una frenética búsqueda, empleando sus habilidades y recursos para localizar a Leo, jurando hacer cualquier cosa para que jamás lo abandonara. Pero Leo, finalmente entendiendo la magnitud de la oscuridad que Adrian había creado, sabía que para encontrar verdadera libertad, debería evitar aquellos lazos que una vez creyó inquebrantables. La batalla entre el amor distorsionado de un vampiro y la necesidad de libertad de un joven estaba a punto de comenzar.