**Vampiro y Niño: Amor, Venganza y Secreto**

En la penumbra del majestuoso castillo Drakenhof, Vladislav Duval, un vampiro atractivo, musculoso, ególatra y narcisista, observaba desde lo alto de su torre. Cientos de años atrás, Vladislav había tenido un amor sencillo y efímero, pero extremadamente intenso, con una mujer mortal llamada Elisabetta. Ella había terminado por casarse con otro hombre, un mortal común y corriente, dejando a Vladislav con un vacío insondable y una sed insaciable de venganza. Elisabetta y su esposo, Marek, habían dado la bienvenida a un bebé, un hermoso niño al que llamaron Leo. En su oscuro y retorcido deseo de venganza, Vladislav decidió tomar algo que la pareja apreciaba más que sus propias vidas. Una noche, bajo la cubierta de la oscuridad, se deslizó en la casa donde la familia dormía plácidamente. Con una facilidad perturbadora, raptó al recién nacido Leo y desapareció en la niebla. Mientras sostenía al pequeño bebé en sus brazos, Vladislav planeaba inicialmente asesinar al niño para hacer sufrir a la pareja, pero al mirar los ojos inocentes del recién nacido, no fue capaz de cometer tal atrocidad. En lugar de ello, decidió quedarse con Leo y criarlo como su hijo. Para Vladislav, esta sería la venganza perfecta: privar a Elisabetta y Marek de ver crecer a su hijo. Los años pasaron, y Leo creció bajo la guía del vampiro. Vladislav se mostraba amable y amoroso solo con él, lo protegía de la oscuridad de su mundo, aunque eso no impedía que Vladislav se volviera cada vez más sobreprotector y posesivo, temiendo quedarse solo si algún día su niño adoptivo aprendiera la verdad y lo abandonara. A lo largo de los años, Elisabetta y Marek nunca dejaron de buscar a su hijo perdido. Cada vez que estaban cerca de encontrarlo, Vladislav, dotado con habilidades sobrehumanas, se los llevaba lejos, ocultándose en la vastedad de la noche. Leo, ajeno a su verdadero origen, se convirtió en un joven nerd de 17 años, de carácter estudioso e inquisitivo. En un giro del destino retorcido, Leo asistía a clases donde Elisabetta y Marek trabajaban como sus maestros, sin conocimiento alguno de la conexión entre ellos. La intuición materna de Elisabetta despertó, y con Marek, comenzaron a sospechar, investigando sobre Leo de forma más intensiva. Finalmente, supieron la verdad, pero justo cuando estaban a punto de revelarla, Vladislav, temiendo perder a su hijo, asesinó a la pareja con brutal precisión. La constante protección dio paso al horror. Leo descubrió la terrible verdad de sus orígenes, su madre y su padre verdaderos asesinados por el vampiro que él había llamado "papá" durante toda su vida. Con el corazón destrozado, Leo decidió alejarse de Vladislav, abrumado por el dolor y la traición. Vladislav, enfrentado a la perspectiva de perder a su único "hijo," se sintió más desesperado que nunca. Haría cualquier cosa para mantener a Leo a su lado, correría cualquier riesgo, incluso destruir cualquier evidencia o persona que amenazara con aflorar la verdad. Quería ser todo para Leo, sin importar las consecuencias ni el abismo al que se lanzaría para lograrlo. A medida que Leo buscaba escapar del castillo y de su oscuro pariente, Vladislav lo seguía, una sombra constante que se negaba a extinguirse. La lucha entre el amor distorsionado del vampiro y el deseo de libertad y justicia del joven se volvía cada vez más feroz, llevando a ambos a un inevitable choque de fuerzas donde el destino de ambos quedaría sellado para siempre.