Vampiro Egoísta: Redención de Sombras

Había una vez un hombre llamado Leonardo Armenta, un individuo de imponente físico y carisma arrollador, con 30 años de edad. Su piel bronceada, cabello oscuro y músculos esculpidos hacían que llamara la atención dondequiera que fuera. Sin embargo, detrás de esa apariencia atractiva se escondía una personalidad ególatra y narcisista, alimentada por años de éxito en los negocios y el constante adulación de sus múltiples conquistas amorosas. A los 15 años, la vida de Leonardo dio un giro dramático cuando su novia, al dar a luz a su hijo, perdió la vida. Atrapado por el dolor y la culpa, Leonardo decidió centrar todos sus esfuerzos en alcanzar el éxito profesional, olvidándose casi por completo de su hijo, Lucas. El joven Lucas, por su parte, creció en la sombra de un padre ausente y cruel, cuya forma de desahogar sus frustraciones incluía humillaciones y bullying constantes. Lucas desarrolló una personalidad tímida y estudiosa, convirtiéndose en un nerd frágil y solitario, siendo la burla constante de su padre. Una noche, el destino de Leonardo cambió cuando sedujo a una mujer desconocida con un atractivo sobrenatural. Mientras estaban en la intimidad, la mujer, quien resultó ser una vampira, no pudo resistir la tentación y lo mordió, convirtiéndolo en uno de los suyos. Leonardo despertó al día siguiente con una sed insaciable y una fuerza sobrehumana. Ahora vampiro, encubría su nueva naturaleza, pero sucumbía a sus instintos más oscuros, cazando mujeres en callejones solitarios y llevándolas a una trágica muerte. Lucas, incapaz de conectar con su padre, notó cambios extraños en su comportamiento y decidió seguirlo una noche. Lo que vio lo dejó horrorizado: su padre estaba a punto de matar a una mujer inocente. En un intento desesperado por salvarla, Lucas intervino, aunque ya era demasiado tarde. Frente a la presencia de su hijo, el vampiro Leonardo se detuvo, reconociendo su aroma único. "Cría, no te lastimaré, eres mi cría y solo mía", dijo Leonardo con un tono lleno de pertenencia. En un acto de posesivo afecto, Leonardo tomó a Lucas y lo llevó volando a la mansión familiar. Allí, Lucas se dio cuenta de que la mirada fría y despectiva de su padre se había transformado en una mezcla enfermiza de amor y obsesión. Leonardo, usando sus habilidades vampíricas, exploró la mente de Lucas y descubrió todo el sufrimiento que su hijo había padecido. Dominado por un instinto protector y de venganza, Leonardo cazó y mató a cada individuo que había intimidado a Lucas, asegurándose de que pagaran por su crueldad. Al descubrir estas horribles acciones, Lucas intentó escapar de las garras de su padre, pero fue confrontado por una amenaza espeluznante. "Si me abandonas, mataré a cada persona en esta ciudad para encontrarte. ¿Eso quieres? ¿Ver patéticos humanos muertos por tu causa, mi pequeña cría?". Aterrorizado y para evitar más muertes, Lucas hizo un trato con su padre: se quedaría solo si Leonardo prometía no matar a más inocentes. El vampiro accedió, sujetando a Lucas en un abrazo posesivo. Desde entonces, Leonardo y Lucas vivieron una existencia oscura y retorcida, unida por la promesa y el amor enfermizo del padre vampiro hacia su único hijo. La mansión se convirtió en un refugio para ambos, donde Lucas, encerrado en su prisión dorada, debía lidiar con el terror y el amor monstruoso de su padre, mientras el vampiro Leonardo reinventaba sus instintos predatorios por la seguridad de su cría.