"Unión Fraternal: La Transformación de un Bully en un Hermano Comprensivo"

Érase una vez un quarterback atractivo, musculoso y ególatra de 19 años llamado Max. Max era hijo único, millonario y famoso en su escuela por ser severamente narcisista. A menudo solía burlarse de un chico nerd, solitario y pobre llamado Liam de 17 años. Un día, Max le pidió a Liam su tarea, pero Liam por primera vez en mucho tiempo se atrevió a negarse, lo que resultó en un ataque violento por parte de Max. Liam fue llevado al hospital, y mientras se alejaban en una ambulancia escuchó una discusión entre su padre y el director de la escuela. Para sorpresa de Max, la discusión revelaba que Liam era hijo de su propio padre, producto de una relación con otra mujer que había fallecido al dar a luz. La verdad golpeó a Max como un rayo. A pesar de su dura exterior, siempre había anhelado tener un hermano, y ahora sabía que había estado lastimando al que tenía durante todo este tiempo. Este descubrimiento provocó un cambio radical en Max. Comenzó a arrepentirse profundamente del dolor que había infligido a su hermano. Decidido a reparar sus errores y promoviendo un cambio en su actitud hacia su hermano, Max les ordenó a sus amigos y bullies que Liam, ahora revelado como su hermano, era intocable. Les dijo que a partir de ese día, Liam se sentaría con ellos, sin importar lo que pasara. Uno de sus amigos le preguntó a Max qué sucedería con los amigos de Liam. Max, todavía sosteniendo su naturaleza ególatra respondió: “Yo me encargaré de apartarlo de ellos. Soy su hermano mayor, es mi deber asegurarme de que esté con nosotros. A ellos los pueden seguir golpeando, siguen siendo inferiores a nosotros.” Aunque esto significó un cambio importante en la vida de Liam, el nerd no estaba completamente satisfecho con la actitud condescendiente de su hermano. Sin embargo, perdonó a Max y aceptó su ofrenda de paz, incluso cuando era más que claro que Max no había cambiado del todo. Un día, Liam decidió sentarse con sus amigos del pasado. Sin embargo, Max lo apartó de ellos y lo obligó a sentarse con su pandilla. Liam se enfrentó a Max sobre esto, causando que Max trivializara la situación señalando que solo estaba buscando lo mejor para Liam como su hermano mayor. A pesar de las fallas en su gesto, Max continuó intentando mejorar la vida de Liam comprándole ropa cara y llevándolo al gimnasio. Fiel a su personalidad, Liam encontró difícil aceptar estos regalos y la nueva rutina, pero decidió darle una oportunidad a la bondad de Max. Después de todo, Max era su hermano, y sentía que debía tratar de entenderlo. Sin embargo, ninguno de los dos sospechaba que sus vidas estaban a punto de ser más complicadas y, al mismo tiempo, más fraternales.