Unexpected Desires

Había una vez un joven llamado Diego, de 17 años. Diego era un chico inteligente, apasionado por la tecnología y los libros, pero también era débil y no muy agraciado físicamente. En la escuela, solía ser víctima de bullying, y la situación se volvía aún más complicada en el gimnasio donde su madre insistía en que él se inscribiera para mantenerse en forma. El entrenador del gimnasio, Nick Walker, era todo lo que Diego no era: atractivo, musculoso y seguro de sí mismo. Nick, de 30 años, se desempeñaba como entrenador personal y a menudo hacía comentarios despectivos hacia Diego, incrementando aún más sus inseguridades. Un día, mientras deambulaba por una tienda de antigüedades, Diego encontró una lámpara mágica. La compró por curiosidad y, al llegar a casa, decidió frotarla. Para su sorpresa, un genio apareció y le dijo que podía concederle un único deseo. Diego, cansado y herido por los constantes abusos de Nick, dijo sin pensar: "Deseo que Nick sea mi novio y que vivamos juntos". El genio sonrió y, con un movimiento de su mano, desapareció, dejando a Diego en la oscuridad de su habitación. A la mañana siguiente, Diego despertó en una habitación desconocida. El ambiente era cálido y acogedor, con fotos de él y Nick colgadas en las paredes. Aturdido y confundido, giró su cabeza y vio a Nick junto a él en la cama. "Buenos días, amor", dijo Nick con una sonrisa radiante, abrazando a Diego con ternura. "Esta noche tengo una sorpresa para ti por nuestro aniversario de 6 meses. Ve a prepararte, ya estoy haciendo el desayuno para llevarte a la prepa". Diego apenas podía creer lo que estaba ocurriendo. Se levantó y se vistió, su mente zumbaba con preguntas y emociones encontradas. Durante el día, mientras iban juntos al gimnasio y luego a la preparatoria, Nick se mostró completamente diferente a la persona que Diego había conocido. Era atento, cariñoso y parecía amarlo profundamente. Los días pasaron y lo que comenzó como una confusión se convirtió en un sentimiento profundo y real. Diego se dio cuenta de que Nick, en esta nueva realidad, no solo era físicamente perfecto sino también una persona amable y generosa. Cada pequeño acto de amor y cuidado que Nick le mostraba hacía que el corazón de Diego latiera más rápido. Recordaba cómo era su vida antes del deseo, pero ya no podía imaginar un futuro sin Nick a su lado. Finalmente, el día de su aniversario, Nick le preparó una cena romántica a la luz de las velas y le entregó un pequeño obsequio: una cadena con tres dijes, cada uno representando un mes juntos. "Esto es solo el comienzo, Diego", le dijo Nick, mirándolo a los ojos con una sinceridad que le derritió el corazón. "Te amo, y quiero pasar el resto de mi vida contigo". Diego, con lágrimas en los ojos, comprendió que había encontrado algo más que un sueño hecho realidad. Había encontrado un amor verdadero en el lugar más inesperado. A partir de ese momento, se juraron amor eterno y Diego, el joven nerd de 17 años, supo que, a veces, los deseos más inesperados pueden llevar a los finales más felices.