Unexpected Desire-1

Era una tarde lluviosa y gris en la pequeña ciudad de Springville. Ethan, un joven nerd de 14 años, solía refugiarse en la biblioteca de la escuela para evitar los interminables tormentos que le infligía Nick Walker, el entrenador del gimnasio de la preparatoria. Nick, de 30 años, era un Adonis moderno: musculoso, atractivo y cruel sin medida. Para Ethan, cada día en la escuela era una pesadilla sin fin. Un día, mientras deambulaba por una tienda de antigüedades en el centro de la ciudad, Ethan tropezó con una lámpara polvorienta y antigua que llamó su atención. Al sostenerla en sus manos, la emoción de la curiosidad superó su usual cautela, y decidió comprarla con el poco dinero que tenía. De regreso a casa, en la soledad de su pequeña habitación, frotó la lámpara, esperando que se tratara de nada más que un artefacto curioso. Para su asombro, un genio emergió de la lámpara, cubierto en una neblina mística y fulgurante. "Tienes un deseo, joven amo," dijo el genio con una voz profunda y resonante. Sin pensar en las posibles consecuencias, y abrumado por años de sufrimiento, Ethan exclamó desesperado: "Deseo que Nick Walker sea mi padre sobreprotector, amoroso y posesivo." Al día siguiente, Ethan despertó en una habitación que no reconocía. Grandes ventanales dejaban entrar la luz del sol matutina, bañando la estancia en una calidez desconocida. La cama era inmensa, con sábanas de seda y almohadas suaves. Al mirar a su alrededor, se dio cuenta de que se encontraba en un lujoso apartamento. La puerta se abrió lentamente, y allí estaba Nick, pero no como el temido entrenador. Este Nick lucía una expresión de ternura y preocupación. "Buenos días, hijo," dijo con una sonrisa cálida. "¿Dormiste bien?" Ethan apenas podía creer lo que veía y oía, pero pronto comprendió que su deseo se había hecho realidad. Nick se movía con una gentileza y cuidado que nunca antes había mostrado. Aturdido y desorientado, Ethan trató de procesar lo que estaba ocurriendo. Ese mismo día, al llegar a la escuela, Ethan notó una transformación aún más sorprendente. Los estudiantes que solían intimidarlo ahora lo miraban con respeto, incluso con temor. Los rumores inevitablemente se esparcieron: nadie se atrevía a molestar a Ethan, no cuando Nick Walker, el temido entrenador, era ahora su padre sobreprotector. Los deportistas y los populares, quienes solían mirar a Ethan con desdén, ahora lo saludaban y le ofrecían ayuda en cada clase. Incluso el aire alrededor de Ethan parecía haber cambiado. La calma reinaba donde antes había angustia, el respeto se establecía donde antes existía el desdén. La presencia vigilante de Nick en la escuela garantizaba que nadie osara acercarse a Ethan con malas intenciones. A medida que los días pasaban, Ethan comenzó a experimentar algo que nunca había conocido: el amor y la seguridad de un hogar verdadero. Nick lo llevaba a entrenar, no con dureza, sino con un deseo sincero de fortalecerlo y protegerlo. Compartían cenas juntos, reían y hablaban de sus intereses. Nick, aunque posesivo, siempre aseguraba que Ethan estuviera seguro y feliz. Ethan todavía pensaba en lo increíble y fantástico de su situación. Después de todo, ¿quién hubiera imaginado que su deseo desesperado cambiaría no solo su vida, sino también la de Nick? Sin embargo, en el fondo, aún temía que todo fuera un sueño del que podría despertar. Pero con cada abrazo protector y cada palabra de aliento, Ethan aprendió a aceptar su nueva realidad. No solo había encontrado un padre amoroso en Nick, sino también un grupo de amigos leales que lo apoyaban en todo momento. Finalmente, Ethan, el joven nerd huérfano y vulnerable, había encontrado en la lámpara mágica una nueva vida llena de amor, seguridad y amistad.