Under the Flash of Redemption

En una tranquila ciudad, habitaba un joven de apenas 14 años llamado Daniel. Era un chico tímido y aplicados en su estudios, apasionado por la ciencia y la literatura. Sin embargo, Daniel cargaba con una pena profunda: su padre, Marcos, un reconocido actor y modelo de 30 años, lo consideraba alguien insignificante y débil, y solía despreciarlo. La vida en la preparatoria no era más fácil para Daniel. Se enfrentaba diariamente al acoso de sus compañeros, quienes se burlaban de él por ser diferente. Entre todos ellos, el chico más popular y cruel, Esteban, decidió hacer una apuesta: seducir a Daniel, hacerlo enamorar perdidamente de él, y luego humillarlo públicamente. Día tras día, Esteban se acercaba a Daniel con una sonrisa fingida, palabras dulces y muestras de afecto que nunca antes había recibido. Daniel, anhelando desesperadamente amor y aceptación, cayó en su trampa, permitiendo que su corazón ingenuo se ilusionara con aquellas falsas promesas. El día en que la cruel verdad fue revelada, Esteban expuso al joven frente a todos sus compañeros, riéndose de su vulnerabilidad e ingenuidad. Daniel, devastado y humillado, no pudo soportar el dolor abrumador que se apoderó de su ser. En un momento de desesperación, decidió poner fin a su sufrimiento ingiriendo un veneno letal. El joven fue encontrado a tiempo y llevado al hospital, donde los médicos lucharon para salvarle la vida. La policía, siguiendo el protocolo, contactó a Marcos para informarle sobre la grave condición de su hijo. Sin embargo, Marcos, inmerso en su vida de lujos y placeres, se encontraba en brazos de su amante y, al recibir la noticia, desestimó fríamente: "No me interesa lo que él hizo". Horas después, la muerte finalmente alcanzó a Daniel. El hospital, sin otra opción, volvió a contactar al padre, quien, aunque reticente, se presentó en el lugar. Al entrar a la habitación y ver el cuerpo sin vida de su hijo, algo en Marcos se rompió. La culpa y el arrepentimiento lo consumieron, y por primera vez en mucho tiempo, lágrimas sinceras llenaron sus ojos. Después del doloroso entierro, Marcos no podía liberarse del remordimiento. El peso de su indiferencia se volvía insoportable. Enterarse de las circunstancias que llevaron a la muerte de Daniel fue el último clavo en su ya frágil cordura. Al descubrir la vil apuesta de Esteban, un deseo insaciable de venganza se enraizó en su corazón. Armado con una pistola y una determinación oscura, Marcos se encerró en el estudio de su mansión, tomando en sus manos una foto de su hijo. Con voz quebrada por la locura y el dolor murmuró: "Mataré al culpable de tu muerte, hijo, y me vengaré de todos aquellos que te hicieron daño". La narrativa trágica de esta historia se despliega en medio de un mar de consecuencias. La indiferencia de un padre, las crueldades juveniles y las repercusiones fatales de una venganza despiadada se entrelazan, dejando un mensaje sombrío sobre el costo del dolor humano y la devastación que puede causar.