Una transformación insólita: Del Gordo al Guapo, una historia de autodescubrimiento y amor inesperado

Una vez fue un hombre llamado Ernesto, un empleado de 28 años, gordo, no atractivo, gay, y un blanco constante del bullying de parte de su gerente, Bruno, un hombre heterosexual de 29 años, atractivo, egocéntrico y narcisista. Ambos se desempeñaban en la misma oficina, pero eran polos opuestos tanto en personalidad como en apariencia. Entre sus compañeros de trabajo, Bruno se destacaba por su carácter abusivo y su actitud homofóbica, mientras que Ernesto era conocido por su corazón amable y su habilidad para soportar la tormentosa tempestad de su vida diaria. Un día, al ver la injusticia que sufría Ernesto, Alfredo, el mayordomo gay de Bruno que también había sufrido en múltiples ocasiones los comentarios homofóbicos de Bruno, decidió intervenir. Poseedor de conocimientos sobre magia negra, hechizos y una particular afición por la proyección astral, llevó a cabo un hechizo de cambio corporal durante un viaje astral, haciendo que Ernesto y Bruno cambiaran de cuerpos mientras dormían. Al despertarse, Ernesto, ahora en el cuerpo de Bruno, no pudo resistir la tentación de explorar su nuevo cuerpo. Tocó cada fibra muscular, desde los abdominales hasta los robustos bíceps, tríceps y pectorales. Se sentía empoderado, fuerte, inimaginablemente hermoso. Sin embargo, con el cuerpo también heredó la personalidad dominante y la orientación heterosexual de Bruno. De hecho, se encontró volviéndose cada vez más autoritario y abusivo. Pero aún así, no olvidó el hechizo que hizo posible su transformación. Además, comenzó a apreciar más a Alfredo, quien se mostró solidario y comprensivo, enseñándole a Ernesto a manejar su nueva vida. Desafortunadamente, la vida en el cuerpo de Ernesto resultó ser demasiado para Bruno, quien no podía manejar la intimidación y el rechazo que Ernesto solía enfrentar. Trágicamente, Bruno murió de un corazón roto, dejando a Ernesto con su nueva vida. A medida que pasaba el tiempo, Ernesto comprendió que no era la apariencia ni el poder lo que realmente importaba, sino ser genuino y amable. Se casó con Alfredo, no solo como una forma de agradecimiento, sino también porque se había enamorado de él. Juntos, se propusieron crear un ambiente más inclusivo y positivo en la oficina, donde todos fueran respetados y valorizados por quienes realmente son.