Una Transformación Inesperada: De un Padre Despiadado a un Vínculo Inquebrantable

En una tranquila ciudad vivía un hombre que era la envidia de todos, un padre de escritura perfecta, atractivo y musculoso de 35 años. Miguel, así se llamaba, tenía un ego tan grande como sus bíceps y un narcisismo que eclipsaba incluso su brillante sonrisa. Su faceta oculta era menos admirable: un padre abusivo que trataba mal a su hijo, un chico de 15 años, tímido y no tan atractivo como su padre. El chico, que se llamaba Daniel, tenía rasgos nerds y pasaba la mayor parte del tiempo inmerso en sus libros de ciencia y sus videojuegos de última generación. Miguel, no contento con humillar a su hijo con palabras, recurría a veces a los golpes, mostrando un rostro cruel que contrastaba con el destello seductor que mostraba al mundo. Una noche, Miguel, después de un encuentro con una mujer misteriosa y seductora, experimentó una transformación espeluznante. La mujer era una vampiresa que, en medio de su hambre, mordió a Miguel convirtiéndolo en uno de los suyos. La transformación de Miguel fue rápida y su perspectiva de la vida cambió radicalmente. Dejó de ver a las personas como simples seres humanos para empezar a verlos como presas que debían ser cazadas y consumidas. Una de esas noches, Miguel estaba a punto de atacar a una mujer cuando, de la nada, apareció Daniel impidiendo que su padre le hiciera daño. El aroma de Daniel activó los instintos naturales de su padre. Él estaba a punto de morder a Daniel cuando, de repente, sus instintos rugieron "heredero". Sorprendentemente, esto hizo que Miguel se diera cuenta de lo que estaba a punto de hacer a su propio hijo. Queriendo ayudar, Daniel se cortó a sí mismo como una forma de tranquilizar la sed de sangre de su padre. Esta fue la primera señal de cambio en su relación. La confesión implícita de Miguel y la disposición de Daniel a ayudarlo iniciaron una reconstrucción en su complicada relación. Sin embargo, la ciudad no tardó en descubrir la verdad acerca de Miguel y comenzó a perseguirlo. Sintiéndose acorralados, los dos huyeron esperando comenzar una nueva vida lejos de la ciudad. Durante su huida, Miguel, temiendo quedarse solo en su inmortalidad, mordió a Daniel, convirtiéndolo también en un vampiro. El viaje compartido en la inmortalidad transformó su relación. Esta no sólo sacó de Miguel sus instintos protectores de padre, sino que también fortificó su amor hacia Daniel, quien a pesar de todo, nunca dejó de amar a su padre. Fue a través de la oscuridad de la noche eterna donde padre e hijo encontraron la luz de su amor perdido.