Una oscura redención: El vínculo vampírico entre padre e hijo en busca de redimirse

Una vez en un pueblo pequeño vivía un hombre llamado Sergio, un individuo del tipo atractivo, musculoso y de 35 años, pero, lamentablemente, muy egolatra y narcisista. Era un gran contraste con su hijo, Rafael, de 15 años, muy nerd y no tan atractivo como su padre. Sergio, incapaz de soportar ser opacado por alguien, humillaba a Rafael constantemente y no evitaba golpearle. Sin embargo, una noche, la vida de ambos cambiaría para siempre. Después de una noche de placer con una atractiva mujer, Sergio fue mordido por ella, puesto que ella resultó ser una vampiresa con mucha hambre. A partir de ese momento, Sergio comenzó a ver a las personas como presas que debían ser cazadas para satisfacer su insatiable sed. Una noche, cuando Sergio estaba a punto de atacar a una mujer, Rafael intervino. Con valentía inesperada, logró salvar a la dama de ser asesinada por su padre. Sin embargo, su heroica acción enfureció a su padre, quien redirigió su ira y su hambre hacia él. Mientras Sergio se preparaba para morder a Rafael, un olor familiar despertó sus instintos. El aroma y la sangre de su hijo hacían eco dentro de su ser y gritaban una sola palabra: heredero. En ese momento, Sergio volvió en sí. Rafael, viendo la sed desesperada en los ojos de su padre, tomó una audaz decisión. Con calma se cortó y ofreció su propia sangre a su padre. Este gesto comenzó a reparar la dañada relación entre ellos. Pero cuando la ciudad descubrió la verdad sobre Sergio, la vida tranquila que habían comenzado a construir se vino abajo. Perseguido por sus vecinos, Sergio se vio obligado a huir. No queriendo afrontar su nueva vida solo, mordió a su hijo Rafael, convirtiéndolo en su heredero inmortal. Juntos, se embarcaron en un viaje hacia lo desconocido, llevando consigo el lazo de sangre que los unía y que habían comenzado a restablecer.