Un Swap Navideño Mágico: Cuando el Bully y el Nerd Cambian Vidas para Siempre

Era la víspera de Navidad, en una casa tranquila, se encontraban dos hermanos completamente distintos entre sí. Derek tenía 19 años, parecía tallado en madera: fuerte, atractivo y musculoso. Era un ególatra, un narcisista y de alguna forma, el chico más popular del instituto. Parecía que la vida siempre le sonreía. Su hermano menor, Norman, de 18 años, era todo lo contrario. Un chico calificado como nerd. Le gustaba la lectura, los videojuegos, era introvertido, tenía sobrepeso y carecía del físico de su hermano. Aquella noche, Norman ayudó a un hombre mayor llevando su pesado saco, sin darse cuenta de que estaba ayudando a Papá Noel en su tarea de repartir regalos. En agradecimiento, Papá Noel le ofreció conceder un deseo. Era la oportunidad perfecta para que Norman pidiera el cuerpo que siempre había deseado, el de su hermano. Pero Norman era demasiado noble y decidió pedir que Derek aprendiera la lección de valorar a las personas por lo que son en el interior, no por su apariencia. Deseó desde el fondo de su corazón que Derek sufriera lo que él y otras personas habían sufrido por su comportamiento. A la mañana siguiente se hizo realidad el cambio de cuerpos. Derek, en el cuerpo de Norman, se miró al espejo y no podía creer lo que veía. Tenía sobrepeso, llevaba gafas y ni siquiera sus ropa le quedaba bien. Norman, por otro lado, se encontró a sí mismo en un cuerpo bien esculpido y sin duda atractivo. Durante los siguientes días, Derek experimentó la vida que Norman tenía que soportar todos los días. Era maltratado e ignorado por otras personas, lo cual le causó mucho dolor convertirse en el objeto de burlas. Comprendió los sufrimientos y la impotencia que sentía su hermano y se arrepintió profundamente de su comportamiento anterior. Norman, después de haber experimentado lo que era tener el cuerpo de Derek y ser tratado con admiración y respeto, decidió quedarse en el cuerpo de Derek para siempre. Papá Noel lo había previsto todo y decidió concederle ese deseo a Norman. Derek, en el cuerpo de Norman, finalmente se redimió y empezó a valorar a las personas por su interior, no por su apariencia física. Hizo todo lo posible para ser amable y amistoso con todos, incluso con los que solía intimidar. A partir de entonces, los dos hermanos aprendieron sus respectivas lecciones, y a pesar de los cambios físicos, se volvieron más cercanos y amables uno con el otro. Y así llegó la paz entre los hermanos en aquella Navidad, y las siguientes.