Un nuevo capítulo: El intercambio de cuerpos que cambió vidas para siempre

Una vez, en una pequeña ciudad en el medio de la nada, vivían dos hermanos muy diferentes. John, el mayor, era un quarterback popular, atractivo y egocéntrico de 19 años. Poseía un físico atlético y era conocido por sus hazañas en el campo de fútbol. Su hermano más joven, Riley, era un joven rechoncho de 16 años con una piel llena de imperfecciones y que siempre se tenía que enfrentar a la homofobia debido a su orientación sexual. John siempre disfrutaba burlándose de Riley, lo cual aumentaba aún más la brecha entre los dos. Mientras tanto, una chica que John había humillado al hacer una apuesta cruel decidió tomar venganza. Usando un hechizo que encontró en un antiguo libro de magia, planeó hacer que John y Riley cambiaran de cuerpo. Una noche, cuando los hermanos estaban durmiendo, el hechizo empezó a funcionar. Al despertarse por la mañana, se encontraron el uno en el cuerpo del otro. John estaba horrorizado al verse en el espejo, mientras que Riley estaba maravillado con su nuevo físico. No pudo resistirse a explorar su nuevo cuerpo, acariciando sus bíceps, tríceps, pectorales y abdominales con asombro. Por otro lado, John se encontró lidiando con las dificultades que Riley solía enfrentar. Se vio obligado a soportar la intimidación y la homofobia que su hermano había soportado durante años. Como resultado, empezó a sentir una nueva apreciación por la fuerza que Riley había mostrado al enfrentar esas dificultades. Mientras tanto, Riley se encontró frente al mejor amigo de John, Matt, quien siempre había estado secretamente enamorado del quarterback. Sin poder resistirse a las encantadoras características físicas de John, Matt no creo que haya expresado su amor antes. Sorprendido, pero emocionalmente satisfecho por la honestidad de Matt, Riley aceptó sus avances. Lo que los hermanos no sabían era que el hechizo original sólo operaría durante un día, a menos que cualquiera de ellos tuviera relaciones sexuales. Como Riley había entregado el cuerpo de John a Matt, el intercambio se volvió permanente. Ambos hermanos se encontraron permanentemente atrapados en los cuerpos del otro, obligados a vivir la vida del otro. Este incidente les enseñó una valiosa lección. John aprendió a apreciar las acciones de su hermano y a tener más empatía, mientras que Riley encontró el amor de su vida. Además, aprendieron a valorar más a su propio yo y al de los demás, y más importante aún, a amar y respetar las diferencias entre ellos.