Un intercambio divino: El sacerdote y el actor porno Gay Roman Todd intercambian cuerpos para siempre.

En una ciudad llamada Pleasureville, Roman Todd, un hombre descollante por su virilidad y atractivo, era el objeto de deseo de muchos. Como exitoso actor en el mundo del porno gay y bisexual, Roman vivía la vida de lujo y lujuria que siempre había imaginado. No muy lejos de allí, en la humilde ciudad de Serenity, vivía el Padre John, un sacerdote debilucho y poco agraciado por la naturaleza. Su vida estaba arraigada en la fe, la austeridad y el servicio a su comunidad. Una noche, cualquier cosa menos ordinaria, un cometa brillante se abalanzó por los cielos. Roman y el Padre John, a pesar de vivir mundos aparte, se encontraron haciendo un deseo al mismo tiempo mientras observaban el fenómeno celestial. El deseo de Roman fue, "Desearía una vida de paz y tranquilidad, lejos de este mundo de lujuria". Simultáneamente, el Padre John decía, "Desearía la vitalidad y la fuerza para poder servir mejor a mi comunidad". El cometa, que resultó ser un ente cósmico mágico, concedió sus deseos de la manera más asombrosa: ambos cambiaron de cuerpo. Roman se despertó en la humilde habitación de Padre John, debilucho y sin atractivo. Y Padre John despertó en la cama de Roman, rodeado de lujo, y con un cuerpo musculoso y atractivo. Al principio, ambos lucharon con sus nuevas vidas. Roman echaba de menos su antigua vitalidad, mientras que el Padre John se encontraba desconcertado en su nuevo mundo de oportunidades. Sin embargo, con el paso del tiempo, comenzaron a entender y apreciar sus nuevas vidas. Roman disfrutó de la tranquilidad y la satisfacción de usar sus nuevos talentos para el servicio religioso y la comunidad, mientras que el Padre John usó su nueva energía y atractivo para ayudar a las personas a su alrededor de maneras que nunca antes había podido. El ente cósmico los había hecho entender que el cambio era permanente y tenían que aceptar sus nuevas vidas. Ambos hombres terminaron viendo el valor de sus nuevas vidas y la sabiduría en los cambios ocurridos. Signalando así, que no importa qué desees, siempre se debe estar preparado para aceptar los cambios que vienen con él. La historia de Roman y Padre John trae una lección importante sobre la autoaceptación y comprensión de que la belleza, la fuerza y el éxito tienen diferentes formas para diferentes personas.