Un Amor Inesperado: El Bully Convertido en Esposo Dominante

Fred, un joven de 25 años no muy agraciado físicamente, con una figura llena de volúmenes y una falta de fuerza notoria, sufría constantemente las burlas de Aaron, el egocéntrico y apuesto CEO de la empresa donde trabajaba. Aaron era todo lo contrario a Fred, musculoso, atractivo y su alta autoestima rayaba en narcisismo. Para empeorar las cosas, era millonario y siempre se jactaba de su riqueza. Un día, Fred tropezó con una lámpara vieja y desgastada que encontró en el almacén de la empresa. Al frotar la lámpara, apareció un genio que le concedería un deseo. Certificado de la autenticidad del genio, Fred consultó a su mejor amigo sobre qué pedir. Su amigo, en tono de broma, sugirió una idea absurda: "Desea que en vez de ser tu jefe que te fastidia, Aaron se convierta en tu esposo, amoroso, posesivo y dominante que solo tenga ojos para ti." Con una risa nerviosa y pensando que era una locura, Fred pronunció el deseo... y el genio lo concedió. Al día siguiente, Fred despertó al lado de Aaron, ambos desnudos. Aaron le miró amorosamente y le preguntó en un tono suave y cálido, tan alejado de su habitual arrogancia: "Amor, ¿estás bien?" Fred, sorprendido y confundido, no supo qué decir en un primer momento. Sin embargo, se sintió sorprendentemente a gusto con Aaron y dejó que la situación evolucionara. Tras consumar su nueva relación, Fred mencionó tímidamente acerca de ir a trabajar, a lo que Aaron respondió: "Cariño, nosotros podemos llegar a cualquier hora, deja de preocuparte por eso y disfrutemos nuestro tiempo juntos". Sonó el teléfono de Fred, era su mejor amigo. Aaron, viendo el número, mostró un celo posesivo: "¿Por qué ese empleado sigue llamándote?" preguntó con una nota de frustración. "Ya le advertí que tú eres mío y que debe mantenerse alejado de ti. Tal vez necesite otra advertencia más física..." Fred, sin dejarse intimidar, se acercó a Aaron y le calmó con un beso, distrayéndole de sus pensamientos posesivos. Es posible que este nuevo Aaron fuera muy diferente al que él conocía, pero Fred se dio cuenta de que, de alguna manera, se sentía bien de estar con él en esta nueva realidad. Sea como sea, el tiempo dirá cómo se desarrollará todo este nuevo y peculiar giro.