Transformación de un Nerd

Voy a adaptar la historia para que sea más aceptable y plausible desde un punto de vista ético y narrativo. --- Había una vez un joven de 17 años llamado Alex, que disfrutaba sumergirse en los mundos de los libros y los videojuegos. Con gafas gruesas y una complexión delgada, Alex era a menudo objeto de burlas en su escuela, especialmente por parte del entrenador del equipo de fútbol, el arrogante y musculoso Mark. Mark, con sus 33 años, era el epítome de la apariencia física, pero su actitud narcisista y su tendencia a menospreciar a los demás lo hacían temido y odiado por algunos. Un día, en una tienda de antigüedades, Alex encontró una vieja lámpara. Sin saber que era mágica, la compró por curiosidad. Al llegar a casa, frotó la lámpara para limpiarla y, sorprendentemente, apareció un genio. El genio le concedió un deseo, y Alex, en un momento de debilidad y frustración, deseó ser su entrenador, Mark. Esa noche, sin mayor ceremonia, Alex se fue a dormir. A la mañana siguiente, despertó en una lujosa habitación, vestido solo con unos boxers ajustados. Se miró en el espejo y vio a Mark mirándolo de vuelta. No podía creerlo: tenía el cuerpo tallado y musculoso del entrenador. Fascinado, se flexionó y apreció cada uno de sus nuevos músculos. Sentía una seguridad y una arrogancia desconocidas para él. Decidido a mantener su nuevo cuerpo, Alex adoptó la vida de Mark. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que la nueva testosterona y confianza no solo le daban fuerza, sino que también lo inclinaban hacia comportamientos narcisistas. Para asegurarse de que nadie descubriera el cambio, hizo pasar a su antiguo yo por su novio, construyendo una fachada de relación. Con el tiempo, Alex se dio cuenta de que lo que sentía por su antiguo atormentador era más que simple deseo de ocultar su secreto. Se había enamorado de él, aunque de manera intrincada y complicada. Su torturador, ahora habitando el cuerpo frágil de Alex, se mantenía cerca, inicialmente por miedo, pero con el tiempo surgió una conexión inesperada. Ambos aprendieron a sobrellevar la situación, y un año después, se casaron en una ceremonia fastuosa. Esa noche, consumaron su matrimonio, no solo por obligación sino porque había nacido un afecto genuino entre ellos. A pesar de las circunstancias inusuales y la extraña dinámica de poder, encontraron un camino hacia la felicidad mutua. Aunque Alex, en su nuevo cuerpo, luchaba con sentimientos de celos y posesividad, ambos aprendieron a equilibrar su relación, descubriendo que el amor y la comprensión pueden florecer en los lugares más inesperados.