Título: "El Cegador: La Trágica Melodía de la Venganza"

**Título: "El Despertar del Cegador"** Érase una vez, en una ciudad llena de luces y sombras, vivía un joven de catorce años llamado Ángel. Ángel era un adolescente común, pero su vida estaba marcada por la invisibilidad y el desprecio. Su padre, Lucas, un famoso actor y modelo de solo treinta años, siempre lo había visto como una carga. Lucas, atrapado en un mundo de superficialidad y éxito, consideraba a su hijo una insignificancia y una debilidad que debía ocultarse. En la preparatoria, las cosas no eran mejores para Ángel. Víctima de constante bullying, su inteligencia y sensibilidad solo servían para convertirlo en blanco fácil. Lo peor llegó cuando el chico más popular de la escuela, Diego, hizo una cruel apuesta: enamorar a Ángel solo para humillarlo después. Ángel, con su necesidad desesperada de pertenecer, cayó en la trampa. Cuando la verdad salió a la luz y el dolor de la traición lo golpeó como una ola gigantesca, Ángel decidió acabar con su sufrimiento. En un acto de desesperación, ingirió veneno con la esperanza de poner fin a su miseria. Fue encontrado a tiempo, pero su condición era crítica. En el hospital, llamaron a Lucas, quien, en ese momento, estaba ocupado con una de sus innumerables amantes. Tras recibir la noticia, Lucas respondió con frialdad: —No me interesa lo que él hizo. Ignorando el dolor y el sufrimiento de su hijo, Lucas continuó con su vida desinteresada. Ángel, solitario y desolado, no pudo ser salvado y murió a causa del veneno. Horas después, Lucas finalmente se dignó a aparecer en el hospital. Lo llevaron a la habitación de su hijo, y al ver el cuerpo inerte de Ángel, la culpa lo invadió como una tormenta incontrolable. Lloró por su hijo, pero era demasiado tarde. El entierro fue un evento discreto, sin el brillo y el glamour que Lucas acostumbraba. Ahogado en dolor y remordimiento, descubrió la verdad detrás de la muerte de su hijo: una apuesta cruel. A medida que la culpa y el arrepentimiento lo carcomían, su mente se llenó de rabia y deseo de venganza. Decidido a hacer justicia por su cuenta, tomó una pistola y una foto de su hijo, y juró: —Voy a matar al culpable de tu muerte, hijo, y me vengaré de todos tus bullies. La locura lo consumió y, en un frenesí de sangre y retribución, Lucas asesinó fríamente a Diego y a los otros abusadores. Sintiendo que su venganza estaba completa, se dirigió a la tumba de su hijo. —Ya te vengué, hijo. Ahora voy a acompañarte. Sin ti, no puedo vivir. En ese momento, la figura de la Muerte apareció ante él, etérea y siniestra. —Quiero hacer un trato contigo, Lucas. Haré que regreses unas horas antes de que tu hijo ingiera el veneno. Podrás salvarlo, pero a cambio, serás mi cegador. Matarás a los criminales en mi nombre. ¿Aceptas? La desesperación de Lucas no conocía límites. Aceptó sin vacilar. De repente, se encontró de nuevo en su departamento, con el tiempo retrocedido. Ángel aún no había ingerido el veneno. Con el corazón desbordante de emoción y miedo, Lucas corrió hacia su hijo, lo abrazó con fuerza y lloró. —Lo siento, hijo. No quería que sufrieras. Te amo. Ángel, sorprendido por el cambio repentino en su padre, rompió a llorar también. Con su amor y apoyo, Ángel nunca llegó a ingerir el veneno y poco a poco, comenzaron a reconstruir su relación. Sin embargo, Lucas ya no era el mismo. Con cada crimen que ejecutaba como el nuevo cegador de la Muerte, mantenía en secreto su siniestra ocupación. Aunque siempre había querido proteger a su hijo, sabía que estaba condenado a una existencia sombría, pero por amor a Ángel, estaba dispuesto a pagar ese precio. Y así, Lucas se convirtió en un padre protector y un ejecutor oscuro, caminando eternamente entre la luz y la sombra, asegurándose de que ningún niño sufriese lo que su hijo había soportado. La vida de Ángel mejoró y, aunque nunca supo la verdad completa sobre su padre, le debía su segunda oportunidad a él y a su oscuro pacto.