Title: Symphony of Darkness

Era un secreto que David Chocarro había guardado con firmeza y frialdad durante quince años. Ante los ojos del mundo, era el actor y modelo perfecto: atractivo, musculoso, viril, egoísta y narciso. No obstante, detrás de su brillante sonrisa y su fachada impecable, ocultaba una gran verdad: tenía un hijo de 15 años a quien despreciaba profundamente. Para mantener las apariencias, lo presentaba como su ahijado y le daba a entender a todos que el joven no era más que un chico insignificante, débil, un nerd y un perdedor sin remedio. El joven, cuyo nombre era Santiago, vivía en un infierno constante. No solo sufría el desprecio y el bullying de su propio padre, sino que también era sometido a humillaciones diarias en la preparatoria donde asistía. Altamente inteligente, Santiago era un blanco fácil para los abusadores, y sus días eran una tortura incesante. Una noche, agobiado por el dolor, Santiago tomó una decisión desesperada. Consiguió varias pastillas y, sólo en su habitación, buscó ponerle fin a su sufrimiento. Cuando David lo encontró, el chico ya no respondía. En un momento de verdadera humanidad, una ola de culpa y arrepentimiento lo invadió. Por primera vez, se dio cuenta del daño irreparable que le había causado a su propio hijo. Santiago sobrevivió, pero cayó en un coma profundo. Esta tragedia le dio a David una nueva perspectiva. Con lágrimas en los ojos, se sentaba junto a la cama del hospital y, entre susurros, repetía: "Hijo, despierta, te extraño, perdóname todo el daño que te he hecho. Esta vez comenzaremos los dos una nueva vida". En un intento por comprender aún más el sufrimiento de su hijo, David encontró el diario de Santiago y lo leyó. Al descubrir los detalles del bullying y las humillaciones que había sufrido, una furia indescriptible lo llenó. "Nadie lastima a un Chocarro sin sufrir las consecuencias", se prometió. Decidido a vengar a su hijo, David contactó a una enfermera de confianza para que cuidara de Santiago mientras emprendía una cruzada de venganza. David comenzó a localizar, secuestrar y torturar a cada uno de los abusadores de Santiago, eliminándolos uno por uno. En cuanto a las chicas que rompieron el corazón de su hijo, David usó su atractivo y encanto para seducirlas, llevándolas a enamorarse profundamente de él sólo para luego destrozarlas emocionalmente de la manera más cruel posible. Día tras día, le contaba a Santiago: "Esto hice para vengarte, hijo. Ellos ya están muertos. Por favor, vuelve". El tiempo pasó, y un buen día finalmente Santiago despertó de su coma. David, con lágrimas de alegría en los ojos, le abrazó y le rogó una oportunidad para comenzar de nuevo. Al ver el cambio en su padre, Santiago decidió darle esa oportunidad. Sin embargo, las acciones de David no pasaron desapercibidas. Las autoridades investigaron los asesinatos y, con pruebas concluyentes, emitieron una orden de captura en su contra. Santiago, al enterarse, le suplicó a su padre: "Por favor, entrégate. No debiste matarlos. Había otras maneras de hacer justicia". Pero David, obstinado y cegado por su amor patológico, no pudo escucharle. "Perdóname por esto, hijo, pero pronto entenderás que todo lo que hago es por nosotros dos," dijo antes de noquear al joven y llevarlo consigo. Tomó un avión privado, y con Santiago inconsciente y atado, partieron hacia un destino desconocido. "Cuando lleguemos, comenzaremos una nueva vida. Nadie nos separará," murmuró David mientras administraba una fuerte medicina a su hijo para mantenerlo dormido. Llegaron a otro país y, en su mente perturbada, David creyó haber hecho lo correcto. Asesinó al piloto para asegurar su silencio eterno y comenzó lo que él consideraba una nueva vida perfecta al lado de su hijo. La psicosis de David lo convenció de que, a cualquier precio, protegería aquello que le era más preciado. Para él, el fin justificaba los medios, por más oscuros que estos fueran.