The Song of Redemption

**El Karma de Nick Walker** En la escuela secundaria Brookside, el joven nerd Daniel Walker, de tan solo 16 años, vivía en un constante infierno. No era solo su falta de fuerza física y su aspecto poco agraciado lo que lo hacía blanco del bullying; era también el hecho de que su propio padre, Nick Walker, el atractivo y musculoso entrenador de gimnasio y fisiculturista de 30 años, lideraba esa campaña de crueldad. Nick nunca aceptó que alguien tan débil y diferente llevará su sangre. Sus desaprobadores ojos verdes y sus constantes insultos eran una herida permanente en el corazón de Daniel, un corazón que, desconocido para Nick, sufría de serios problemas de salud. Las burlas provenientes no solo de su padre, sino también de los jugadores de fútbol americano, a quienes Nick alentaba en sus ataques, se volvieron insoportables. Pero había un pequeño rayo de luz en la vida de Daniel: su enamoramiento por Clara, una chica de 17 años con una cálida sonrisa y unas amables palabras. Sin embargo, ese rayo de luz sería pronto opacado por la crueldad calculada de Nick. Nick se había dado cuenta del afecto de Daniel por Clara y concebió un plan para aumentar el sufrimiento de su hijo. Clara había mostrado interés en tener una cita con Nick, el popular y atractivo entrenador. Nick le propuso un trato: si Clara lograba enamorar y jugar con los sentimientos del joven Daniel por tres meses, él aceptaría tener una relación con ella. Clara, seducida por la idea de estar con el apuesto y musculoso Nick, aceptó el cruel trato. Durante los siguientes tres meses, Daniel vivió lo que quizás fueron los momentos más felices de su vida. Clara parecía corresponderle, y por primera vez sintió una chispa de esperanza.Daniel creyó haber encontrado a alguien que lo veía más allá de sus debilidades. Pero todo cambió un fatídico día. Daniel, atraído por ruidos sospechosos, encontró a su padre y a Clara en un encuentro íntimo en el gimnasio. Su corazón se rompió en mil pedazos al ver la verdad ante sus ojos. Nick se percató de la presencia de su hijo y, con una crueldad inimaginable, le dijo: "¿De verdad creíste que alguien como ella estaría con un perdedor como tú?" Esas palabras fueron un golpe mortal para el frágil corazón de Daniel. Sintió un dolor agudo en el pecho, un dolor que lo hizo caer inconsciente al suelo. Nick, al principio insensible al desplome de su hijo, pronto se dio cuenta de la gravedad de la situación. Sin perder tiempo, llevó a Daniel al hospital, donde fue ingresado de urgencia en cuidados intensivos. Los médicos fueron claros: el corazón de Daniel estaba demasiado débil. Por primera vez en su vida, Nick experimentó culpa y remordimiento. Entró a la habitación de su hijo y, al verlo conectado a máquinas con su vida pendiendo de un hilo, una ola de dolor lo golpeó. Daniel, con voz débil, dijo: "Sé que moriré muy pronto. Acepto mi destino. Tú me hiciste mucho daño, pero no quiero irme sintiendo odio. Te perdono, Nick Walker." Esas palabras fueron las últimas de Daniel. Su vida se apagó, y Nick fue consumido por una tristeza y un dolor profundos. Abrazó el cuerpo sin vida de su hijo, llorando desconsoladamente, y lamentó cada acto de crueldad que alguna vez cometió. En ese momento, comprendió que había perdido lo único verdaderamente valioso que tenía. El destino no fue amable con Nick después de la muerte de Daniel. Fue despedido de la escuela secundaria, incapaz de encontrar trabajo en otro lugar dado a la monstruosidad de sus acciones. Con el tiempo, la culpa y el vacío lo llevaron a perder la razón. En su delirio, Nick comenzó a imaginar que Daniel todavía estaba vivo, y que juntos realizaban actividades de padre e hijo, actividades que nunca se permitieron en la realidad. El karma había cobrado su deuda, arrebatándole a Nick a su único hijo, su cordura y cualquier posibilidad de redención. Y así, el hombre que una vez fue arrogante y cruel, pasó el resto de sus días perdido en sus propios remordimientos y fantasías, recordando constantemente el dolor que causó y el precio que pagó por su crueldad.