Ask AI on The Internet
Question: Escriba una historia en la que un hombre atractivo,musculoso,egolatra, narcisista y multimillonario de 35 años, al morir su esposa a dar a luz a su unico hijo cuando el tenia 21 años,este hombre en vez de atender a su hijo paso su tiempo haciendo negocios y teniendo muchas amantes, fuera de eso este hombre era cruel,arrogante y bully de su propio hijo por ser su hijo debil,un nerd y un perdedor a sus ojos. Este hombre desconocia que su hijo de 14 años padecia de una enfermedad terminal y le quedaba poco tiempo de vida. Un dia el joven quiso dejar ese infierno en donde vivia, al hacerlo se enfrento a su padre en una fuerte discusion, esa discusion genero que al joven le diera una crisis,esa crisis fue tan fuerte que el joven perdio el conocimiento, por primera vez este hombre a ver a si a su hijo, sintio culpa y remordimiento y lo llevo al hospital, en el hospital se entero de la enfermedad terminal del joven , al enterarse la culpa y el remordimiento lo dominaron.Este hombre le pidio perdon a su hijo, el joven como no era rencoroso lo perdono, pasaron 3 semanas despues y mientras los dos estaban en un dia de campo, el joven tuvo una fuerte crisis y murio, el hombre al ver a su hijo muerto grito no, no hijo por favor no te vayas perdoname, pero el joven ya estaba muerto, al perder a su hijo este hombre se ahogo en la locura,imaginaba que su hijo estaba vivo,su locura era tal que en su oficina tenia un muñeco al que le hablaba y le decia deja termino esto del trabajo y nos vamos a pasar tiempo padre e hijo,todos sus empleados le tenian miedo porque si decian que el estaba loco y que su hijo murio se ponia peligroso y violento.
Hace catorce años, Leonardo Beltrán, un hombre de 21 años, multimillonario, musculoso y de notable atractivo, perdió a su esposa, Clara, en el parto de su primer y único hijo, Marcos. Lejos de asumir la responsabilidad y el amor que su recién nacido necesitaba, Leonardo se sumergió en el mundo de los negocios y el desenfreno, llenando el vacío de su corazón con transacciones millonarias y un sinfín de amantes. Leonardo nunca demostró interés en su hijo y las contadas veces que lo hacía, era solo para menospreciarlo. Marcos, a los 14 años, era la antítesis de su padre: débil, introvertido y amante de la ciencia. Estas diferencias solo alimentaban el desprecio y la crueldad de Leonardo, quien no dudaba en intimidarlo con palabras hirientes y actos de bullying. Marcos enfrentaba además un enemigo silencioso: una enfermedad terminal que lo consumía lentamente, un secreto que ocultaba a todos, incluso a sí mismo, en un intento desesperado de aparentar normalidad en su ya tormentosa vida. Cada día, soportaba el dolor y la debilidad con la esperanza de llegar a oír una palabra de afecto de su padre. Un día, el ya insoportable ambiente del hogar llevó a Marcos a una enérgica confrontación con Leonardo. "¡No aguantó más! ¡Quiero salir de este infierno!", gritó Marcos, con lágrimas en los ojos. Leonardo, fiel a su arrogancia, respondió con furia, menospreciando una vez más a su hijo. El estrés de la discusión fue demasiado para el frágil cuerpo del joven, quien colapsó ante los ojos de su padre. Por primera vez, Leonardo sintió una punzada de culpa y miedo genuino. Llevó a Marcos al hospital a toda prisa, y allí, en esa fría sala de espera, descubrió la aterradora verdad: su hijo tenía una enfermedad terminal. La culpa y el remordimiento lo golpearon como nunca antes, derrumbando el muro de arrogancia que había construido alrededor de su corazón. Llanto y súplicas de perdón llenaron los pasillos del hospital. Milagrosamente, Marcos despertó, y en su inmensa bondad y carencia de rencor, perdonó a su padre. Las siguientes tres semanas fueron una tregua de paz y redención. Leonardo intentaba recuperar el tiempo perdido, organizando paseos y disfrutando de actividades juntos, intentando demostrarle a su hijo un amor que nunca le había brindado. Sin embargo, durante un día de campo, Marcos sufrió una crisis devastadora. Entre los brazos de su padre, el joven dio su último aliento. "¡No, hijo, por favor! ¡No te vayas! ¡Perdóname!" gritaba Leonardo, pero su súplica se ahogaba en el silencio de la muerte. Marcos se había ido, y con él, la última oportunidad de redención de Leonardo. La pérdida de Marcos empujó a Leonardo al abismo de la locura. Su mente se negó a aceptar la realidad, creando una ilusión en la que su hijo seguía vivo. En su oficina, un muñeco ocupaba el lugar de Marcos; Leonardo le hablaba, le prometía tiempo juntos y le narraba planes ficticios para un futuro inexistente. Todos sus empleados vivían aterrorados, sabiendo que cualquier mención de la muerte de Marcos podía desencadenar la furia violenta de Leonardo. Así, el multimillonario atractivo y narcisista, que un día lo tuvo todo, ahora vagaba en la soledad de su locura, con la eterna compañía de un muñeco que representaba la única cosa que nunca supo apreciar: el amor genuino y sincero de su hijo.
Think your answer is better than the AI's? Post it below.
Question Tags
If you want your question answered by an AI, click here.
Post your own comment: