"The Prince of Hell: Under a Star's Light"

Había una vez un joven nerd llamado Daniel, de 14 años, que vivía una vida difícil. No tenía padres y sufría bullying diario por su apariencia débil y por ser huérfano. Su escape eran las noches estrelladas, donde encontraba consuelo observando el firmamento. Una de esas noches, con el corazón lleno de dolor y esperanza, vio una estrella fugaz y, con sus ojos cerrados, deseó fervientemente tener un padre que lo amara y protegiera, alguien tan poderoso y especial como Lucifer Morningstar de la serie "Lucifer". Cuando abrió los ojos, Daniel se encontró en un lugar completamente diferente. Estaba en un lujoso apartamento, que reconoció inmediatamente como el apartamento de Lucifer de la serie. Al mirar alrededor, aún desorientado por el cambio repentino, escuchó una voz suave pero firme que lo llamaba. "Hijo, ya está el desayuno, debes comer bien." Daniel giró lentamente y allí estaba Lucifer Morningstar, el rey del infierno, mirándolo con una expresión que combinaba amor y autoridad. Daniel, asombrado, no podía creer lo que veía. Pero antes de que pudiera formular una pregunta, Lucifer se acercó y lo abrazó con una calidez que hizo que todas las dudas de Daniel se desvanecieran. Desde ese momento, la vida de Daniel cambió completamente. Lucifer, viviendo en la Tierra y actuando como su padre adoptivo, era protector, amoroso, pero extremadamente posesivo. No permitía que nadie se acercara a Daniel con intenciones amorosas. Utilizando su naturaleza egocéntrica y egoísta, Lucifer desplegaba toda su influencia para mantener a otros alejados de su "pequeño príncipe". A pesar de su rol como rey del infierno, Lucifer se dedicó completamente a su hijo adoptivo. Daniel no tenía idea de que su padre administraba un bar oscuro en Los Ángeles o que mantenía bajo control hordas de demonios. Todo lo que sabía es que su vida había tomado un giro inimaginable para mejor, aunque a veces sentía una sombra de protección exagerada sobre él. Lucifer había coronado a Daniel como su heredero y príncipe del infierno cuando solo tenía dos años, aunque Daniel no lo recordaba. Todos los días estaban llenos de actividades y enseñanzas diseñadas para preparar a Daniel para su futuro. Mientras Daniel pensaba que estaba siendo entrenado para liderar una empresa familiar, Lucifer lo preparaba astutamente para gobernar a su lado. Demonios leales a Lucifer vigilaban a Daniel constantemente, asegurándose de que nadie se atreviera a cortejarlo. Cualquier persona que lo intentara recibía una advertencia. Si no se alejaban, enfrentaban terribles consecuencias. Aunque la vida de Daniel en este mundo alternativo tenía sus desafíos, especialmente con la sobreprotección de su padre, nunca había sentido tanto amor y seguridad. Su deseo de tener un padre que lo amara había sido cumplido, y aunque su realidad era compleja y oscura, nunca estuvo solo nuevamente. Así vivieron, Daniel y Lucifer, juntos, en una relación marcada por el amor irracional y la imponente sombra del infierno. Daniel, sin saberlo, se acercaba día a día a su destino como heredero de un reino que trascendía la Tierra, y Lucifer, a su lado, disfrutaba cada momento de la compañía de su pequeño príncipe.