The Prince of Hell: Love and Possession

En lo profundo de la noche, cuando las luces de Lux, el resplandeciente club nocturno de Lucifer Morningstar, apenas comenzaban a desvanecerse, el gobernante del infierno se preparaba para cerrar otra jornada. En su camino de regreso a su penthouse, una figura inusual captó su atención: un pequeño bebé abandonado envuelto en mantas junto a la puerta trasera del club. Lucifer, quien usualmente no se sentía inclinado hacia la humanidad, se encontró inexplicablemente atraído por el indefenso niño. Al tomar al bebé en sus brazos, una sensación desconocida se apoderó de él, una paz profunda que lo hizo decidir en ese instante que adoptaría al niño y lo cuidaría como si fuera suyo. Un acto de altruismo totalmente opuesto a su naturaleza egocéntrica. Llamó al bebé Asher, derivado del término hebreo que significa "bendito". A medida que Asher crecía, Lucifer descubrió una fuente de amor y propósito que nunca antes había experimentado. A los dos años, coronó a Asher como el príncipe del infierno y su sucesor. Sin embargo, su amor por Asher se fusionó con su naturaleza posesiva y celosa: Lucifer no permitía que nadie más ocupara el corazón de su hijo. Con el tiempo, el control de Lucifer sobre la vida social de Asher se volvió asfixiante. Cada vez que Asher intentaba hacer amigos, estos desaparecían o se alejaban, no sabiendo que Lucifer los amenazaba, torturaba o incluso eliminaba para mantener a su hijo solo suyo. Aunque Asher vivía cómodamente y disfrutaba del amor de su padre, su corazón se sentía vacío por la soledad. A los quince años, Asher reunió el valor para presentar a su padre a alguien especial, un pretendiente llamado Ethan, quien había sobrevivido a los intentos de intimidación de Lucifer. Intrigado por la determinación y el cariño que Asher mostraba hacia Ethan, Lucifer decidió dar a este último una oportunidad, con una advertencia clara. Lucifer llamó a Ethan aparte y su voz resonó como el trueno. "Escúchame bien, chico. Si mi hijo derrama una sola lágrima por tu culpa o si lo engañas con alguien más, desearás morir antes de enfrentar mi furia. Mi vigilancia será constante, y lo sufrirás a cada momento. Pero una cosa más, no te atrevas a mencionar esta conversación a Asher." Ethan, con el corazón latiendo erráticamente, asintió con la cabeza. Sabía que el amor de Asher valía cualquier riesgo. Con el tiempo, Asher notó un cambio. Ethan permanecía a su lado, desafiando la soledad que había acompañado a su vida hasta entonces. Aunque sentía el peso de la presencia protectora y posesiva de su padre, Asher encontró en Ethan un destello de esperanza y compañía. Mientras tanto, Lucifer observaba desde las sombras, siempre vigilante, su dilema interno balanceándose entre su deseo de proteger a Asher y su necesidad de permitirle encontrar su propio camino hacia la felicidad. La lucha por el amor y la libertad del príncipe del infierno recién comenzaba.