"The King of Hearts"-1

**El Rey de Corazones** Nick Walker era reconocido por su escultural físico y su arrogante actitud, tanto en el gimnasio como en la lujosa preparatoria de niños ricos, donde trabajaba como entrenador. En apariencia, era la imagen del éxito y la perfección. Sin embargo, escondía un oscuro secreto: tenía un hijo de 14 años llamado Jacob, que para él era una vergüenza. Jacob era todo lo que Nick despreciaba: débil, nerd, y en su mente, un completo perdedor. Nick maltrataba a Jacob en casa y el joven sufría bullying en la escuela por parte de los mismos alumnos que Nick entrenaba y adiestraba en el desprecio hacia la debilidad. Jacob llevaba un secreto aún más doloroso: padecía una grave enfermedad cardíaca y necesitaba un trasplante de corazón para vivir. Soñaba con ser feliz los pocos días que le quedaban, pero su vida en casa y la escuela le robaban esa esperanza. Un día, durante una clase de gimnasia, Nick, cegado por su habitual crueldad, humilló a Jacob hasta el punto de hacerlo estallar en un grito desesperado. —¡Me iré de este infierno! No puedo seguir conviviendo con monstruos. Nick, incapaz de tolerar la insolencia, lo golpeó con furia desmedida. Jacob cayó al suelo y sufrió un ataque que lo dejó inmóvil. Por primera vez, Nick sintió culpa y remordimiento al verlo tendido. Desesperado, llevó a Jacob al hospital, donde se enteró de la enfermedad de su hijo: Jacob necesitaba un corazón urgentemente y había caído en coma. Los médicos sugirieron desconectarlo, pero Nick se negó rotundamente. Usando su considerable fortuna, trasladó a su hijo a su casa y contrató a una enfermera y un cirujano experto en trasplantes de corazón. Antes de alejarse de Jacob aquella noche, lo abrazó y le susurró: —Perdóname, hijo. Lamento haberte hecho tanto daño. No permitiré que mueras. Descansa, papá buscará un corazón para ti. Nick se sumergió en una espiral de oscuridad. Salía por las noches y cazaba jóvenes saludables, atletas perfectos, para conseguir un corazón compatible para su hijo. Su crueldad y determinación sin límites le valieron el apodo de "El Rey de Corazones" en el bajo mundo. Nadie conocía su verdadera identidad, y el número de sus víctimas crecía sin parar. Pasaron seis largos meses de asesinatos y búsqueda incansable hasta que finalmente, Nick encontró el corazón perfecto. Jacob despertó asombrado ante el cambio en su padre, quien ahora lo veía con amor y cariño. Entre lágrimas, Nick le pidió perdón y Jacob, necesitado de afecto y desesperado por el amor de un padre, lo perdonó. Días después, el cirujano se acercó a Nick para despedirse. —He cumplido con mi deber, señor. Su hijo está vivo, ahora debo volver a mi hogar. Nick lo miró fríamente y le respondió: —Estoy agradecido por tu trabajo, pero no puedo dejar testigos que sepan quién es el Rey de Corazones. Lo siento. Antes de que el cirujano pudiera reaccionar, Nick lo asesinó y le arrancó el corazón, sellando su destino como el Rey de Corazones en un acto final de brutalidad. Aquella noche, Nick se acercó a la cama de Jacob, dormido y ajeno al horror detrás de su salvación. —Siempre estaremos juntos, hijo. Por ti soy capaz de todo. Nunca sabrás lo que he hecho, ni de mis crímenes, para que nunca me abandones. Eres mi hijo y solamente mío—susurró con posesividad—. Descansa, papá cuidará de ti. Y en cuanto a tus bullies, ya me encargué de ellos. Disfruté torturándolos y arrancándoles el corazón. Eso les pasa por hacer daño a mi pequeño príncipe. Jacob, protegido por la cruda ironía del amor enfermizo de su padre, descansaba plácidamente, ignorante del monstruo que había salvado su vida. Y así, el Rey de Corazones vigilaba su dominio, dispuesto a hacer cualquier cosa por mantener el frágil mundo de su hijo intacto.