"The Final Exchange"

Una vez que todos los estudiantes de La CQ regresaron finalmente a sus cuerpos tras el alocado experimento de Beto, se podía sentir el alivio en el aire. Cada uno salía del laboratorio aliviado, pero también agotado por la experiencia. Poco a poco, fueron abandonando el lugar entre risas nerviosas y suspiros de alivio. Sin embargo, Monche y Ángel se quedaron atrás, en silencio. Monche observaba a Ángel con una extraña mezcla de curiosidad y deseo en sus ojos. Cuando por fin se quedaron solos, una oscura decisión se forjó en su mente. Entonces, con una calma que escondía su plan, Monche se acercó al panel de control del experimento de Beto y, sin que Ángel se diera cuenta, lo activó nuevamente. Un destello de luz inundó la habitación, y todo volvió a suceder en un instante. Cuando la luz se desvaneció, Monche miró sus manos y sintió el poder y la fuerza del cuerpo de Ángel una vez más. Esta vez, sin embargo, no había sorpresa en sus ojos, sino determinación. Sin perder más tiempo, comenzó a destrozar la máquina del experimento, asegurándose de que nadie podría revertir lo que había hecho. Ángel, ahora atrapado en el cuerpo de Monche, lo observaba con horror. "¿Qué estás haciendo?", exclamó desesperado. Monche, con su nueva voz más grave y segura, respondió sin un atisbo de arrepentimiento. "Lo siento, amigo, pero me encanta este cuerpo. Y me voy a quedar en él para siempre". Luego, acercándose a Ángel, susurró con frialdad: "No le dirás a nadie sobre esto. Si lo haces, nadie te creerá. Y si intentas revertirlo de alguna manera, destruiré cualquier posibilidad de que regreses a tu patético cuerpo." Con esas palabras, Monche dejó el laboratorio de Beto con un aire de triunfo. Caminó hacia la habitación de Ángel, sintiéndose cada vez más cómodo en su nueva piel. Cerró la puerta tras de sí y se quitó la ropa lentamente, admirando cada músculo bien definido y el rostro atractivo reflejado en el espejo. "Nunca regresaré a mi anterior cuerpo patético", murmuró para sí mismo, con una sonrisa de satisfacción. "Ahora soy el popular y el atractivo Ángel." Con estas palabras, la transformación de Monche estaba completa, y una nueva y perturbadora realidad comenzaba en La CQ.