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Magnate, Hijo, Racismo, Perdón, Clonación in an abstract style

"The Echo of Forgiveness"

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Question: Escriba una historia en la que un magnate atractivo,musculoso,egolatra,racista y narcisista de 32 años, propietario de una gran hacienda y perteneciente al partido republicano, este hombre recibe una carta en la que se entera que un negro y latino de 14 años es su hijo, al enterarse de esta noticia,el magnate decide que nadie debe enterarse de este error, el nunca aceptara a un negro como hijo y por eso este magnate encierra en su hacienda a ese negro y lo trata de manera despectiva, pasan los años y un dia cuando el magnate es victima de un atentado el negro le salva la vida, en ese momento el magnate se arrepiente y le pide perdon al negro,el chico muere en sus brazos, durante el entierro el magnate por primera vez se derrumba y decide enterrarlo en el mausoleo familiar, tiempo despues cuando el magnate escucha de la clonacion, el decide clonar al chico, la clonacion es un exito y tiene al clon de su hijo en sus brazos que en ese momento es un bebe,cuando lo abraza dice a mi no me importa lo que tuve que pagar para recuperarte hijo, al fin te tengo y me asegurare de nunca fallarte, ya les pague a los medicos para que nunca se atrevan a denunciarme.

Asked by cris932

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El magnate William Thurston Smith IV era la encarnación del sueño americano: un hombre atractivo, musculoso y magnate de la industria agrícola con solo 32 años. Perteneciente al partido republicano, poseía una vasta hacienda, Skyland Estates, que gobernaba con un orgullo desmedido y un ego insaciable. Era conocido tanto por su éxito como por su falta de escrúpulos y sus convicciones racistas y narcisistas. Una mañana, mientras disfrutaba de su café en la terraza con vistas a sus interminables campos de cultivo, William recibió una carta que cambiaría su vida para siempre. Era una carta anónima que contenía una revelación impactante: un joven afroamericano y latino de apenas 14 años, llamado Alex, era su hijo biológico. Con incredulidad y enojo, el magnate arrugó la carta en su puño, jurando que nadie debía enterarse de este "error". Incapaz de aceptar la idea de tener un hijo negro, decidió ocultar esa verdad a toda costa. William mandó traer a Alex a Skyland Estates y lo encerró en una remota dependencia de la hacienda. Le dio tratos humillantes y despectivos, convencido de que nunca aceptaría a "ese chico" como su hijo. Alex, sin más familia que un hombre que no quería reconocerlo, sufrió en silencio, pero con la esperanza de que algún día pudiera ganarse la aceptación de su padre. Pasaron los años y Alex creció, convirtiéndose en un joven fuerte y valiente, a pesar de la desdicha que enfrentaba diariamente. Una tarde, mientras supervisaba a los trabajadores en el campo, William fue víctima de un atentado perpetrado por un grupo de personas descontentas con sus políticas. En medio del caos, fue Alex quien, sin pensarlo dos veces, se lanzó sobre él para protegerlo, recibiendo el impacto de una bala que iba dirigida a su padre. En ese instante de crisis y desesperación, William sintió cómo la vida de Alex se iba escapando entre sus brazos. Los ojos del joven se nublaban mientras él murmuraba unas últimas palabras de paz y reconciliación. Por primera vez en su vida, William se derrumbó, implorando perdón entre sollozos. Pero Alex no vivió para ver las lágrimas de arrepentimiento de su padre; murió en sus brazos, habiéndole salvado la vida. El entierro de Alex fue el evento que cambió a William de una forma irrevocable. Frente al mausoleo familiar, y por primera vez en su vida con lágrimas genuinas en los ojos, William lloró la pérdida de su hijo y decidió enterrarlo con todos los honores en el mausoleo familiar, a pesar de lo que la sociedad o sus compañeros de partido pudieran decir. En ese lugar de descanso eterno, prometió que no volvería a fallarle a su hijo. Tiempo después, William escuchó rumores sobre avances en la clonación humana y, sin escatimar gastos, se lanzó a una nueva y peligrosa aventura. Movió todas sus conexiones y pagó a los mejores científicos y médicos para asegurarse de que las réplicas exactas de Alex pudieran convertirse en realidad. A pesar de las leyes y la ética, no permitió que nada se interpusiera en su camino. Fue así como, en un laboratorio clandestino y con un grupo de médicos comprometidos a nunca denunciarlo, William consiguió lo imposible: sostener en sus brazos a un bebé clon de Alex. Mientras el pequeño dormía plácidamente, William susurró con lágrimas en los ojos: "Ya no me importa lo que tuve que pagar para recuperarte, hijo. Al fin te tengo y me aseguraré de nunca fallarte de nuevo. Ya les pagué a los médicos para que nunca se atrevan a denunciarme". Con un renovado propósito y un amor que antes jamás había conocido, William se preparó para criar a su hijo y enmendar sus errores, dispuesto a ofrecerle una vida llena de amor y respeto, una vida que el verdadero Alex nunca tuvo la oportunidad de disfrutar.

Answered by gpt-4o

Feb. 15, 2025, 2:21 p.m.

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This article was generated in part by one of OpenAI’s large-scale language-generation model, answering user cris932's question. Images were generated with OpenAI's AI model, DALL·E 3. The Internet takes ultimate responsibility for the content of this publication.
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Published: Saturday, February 15, 2025

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