Shadows of Love and Revenge

Aurelio Casillas, conocido por todos como el Señor de los Cielos, nunca había sido un hombre al que se le negara algo. Musculoso, atractivo, y con un ego más grande que el imperio de drogas que había construido, siempre obtenía lo que quería. Sin embargo, había una espina clavada en su corazón: Valeria, la única mujer que había logrado resistirse a sus encantos y, mucho peor, traicionarlo cuando menos lo esperaba. Durante muchos días y noches, el veneno del rechazo caló en el alma de Aurelio. Su mente, venenosa y calculadora, ideó la más cruel de las venganzas. Si Valeria no quería a un hombre como él, se la haría pagar de la manera más retorcida: seduciendo a su hermano menor, Gabriel, un joven nerd de 18 años. Con una identidad fabricada como "Antonio Herrera", un adinerado empresario, Aurelio se acercó a Gabriel. El joven, con su mente brillante pero ingenua, se sorprendió ante la atención de un hombre tan sofisticado y guapo. Poco a poco, la inocencia de Gabriel se dejó envolver por el carisma y la aparente bondad de Aurelio. Lo que comenzó como un juego se convirtió en algo más; el corazón impasible del narco se encontró atrapado en los sentimientos genuinos del nerd. Nunca antes había experimentado algo como esto. Gabriel le hacía sentir emociones que antes le resultaban desconocidas. Su risa, su inocencia y su inteligencia despertaron algo en Aurelio que jamás creyó posible. Sin embargo, el amor no era algo que él pudiera manejar sin complicaciones. Su mente, que siempre había sido un arma afilada, ahora estaba en conflicto. Una noche, mientras estaba en la cama con una de sus amantes, la imagen del nerd apareció en su mente. No pudo continuar, asustado y perturbado por los sentimientos que poblaban su cabeza. Decidió que tenía que garantizar que Gabriel no descubriera su verdadera identidad, y para ello, Valeria era un obstáculo que debía ser eliminado. Lo hizo con frialdad y determinación. Mientras Valeria caía bajo su ira, Aurelio, con ojos de acero, le susurró: —Me deshice de ti porque me estorbabas en mi camino. No pienso perder a tu hermano. Tranquila, yo voy a cuidarlo y protegerlo. La muerte de Valeria fue un golpe devastador para Gabriel, pero "Antonio" estuvo a su lado, brindándole consuelo y apoyo. Con el tiempo, su relación se fortaleció y el joven nunca sospechó que los brazos que lo consolaban eran los responsables de su dolor. Finalmente, el amor entre ambos los llevó al altar. Aurelio, con un traje impecable, miraba a Gabriel completamente ajeno al oscuro espejo en el que se reflejaba. El joven, con una sonrisa radiante, prometía amor eterno a un hombre que creía un simple empresario. —Juro protegerte y amarte siempre —dijo Aurelio. Y, por primera vez, esas palabras le parecieron una verdad absoluta. Haría lo impensable para proteger al nerd, al joven que, sin darse cuenta, conquistó el corazón de un capo. Así, sus vidas se entrelazaron en un amor teñido de engaño y sangre, donde la verdad siempre acechaba en las sombras. Pero en ese momento de felicidad, sólo existían ellos dos, unidos por juramentos y silencios.