Shadow of Ego: Crime's Redemption

**El Precio del Orgullo** En una elegante mansión, rodeado de lujos y admiración, vivía Alberto, un hombre de 30 años, cuyo atractivo físico y musculoso cuerpo eran su mayor orgullo. Su egolatría y narcisismo sólo eran superados por su desprecio hacia su propio hijo, Lucas, de 15 años. Lucas era todo lo contrario a su padre: un joven delgado, reservado, aficionado a la lectura y la ciencia. Para Alberto, Lucas era un ser débil y sin valor, insignificante frente a su figura imponente. Los días se sucedían, y con ellos, los desprecios y humillaciones hacia Lucas no cesaban. Sin embargo, el destino tenía guardada una lección para Alberto. Una tarde lluviosa, Lucas sufrió un terrible accidente de tráfico que lo dejó en coma. Los médicos no fueron optimistas: sugirieron desconectar al joven, alegando pocas esperanzas de recuperación. Por primera vez en su vida, Alberto sintió algo más que desdén por su hijo. El dolor y el arrepentimiento lo asaltaron, recordándole cada palabra hiriente que había lanzado hacia él. Con lágrimas en los ojos, y en un giro inesperado de su personalidad, Alberto rechazó la recomendación de los médicos y decidió que invertiría todo su dinero en mantener a su hijo con vida. Contrató a la mejor enfermera y equipó su hogar con los aparatos médicos necesarios para el cuidado de Lucas. Meses de agonía y dedicación pasaron. Alberto se mantenía día y noche al lado de su hijo, hablando con él, rogándole que despertara. Entonces, sucedió el milagro. Lucas abrió los ojos y, poco a poco, comenzó a recuperar la consciencia. Alberto, quebrado por la culpa y el arrepentimiento, encontró en esos ojos cansados de Lucas una segunda oportunidad. Las autoridades, sin embargo, no compartían su redención. Investigaciones revelaron el abuso y maltrato infantil que Lucas había sufrido durante años. Decidieron que el joven no podía quedarse en ese hogar. La noticia cayó como una sentencia de muerte sobre Alberto. Había cambiado, sí, pero el sistema no perdonaba. Negándose a perder a su hijo, Alberto, enloquecido por el miedo y el amor desesperado, conspiró para huir del país. Con sus vastos recursos, adquirió nuevas identidades para ambos y planificó su escape. A su alrededor, el hombre comenzaba a desconfiar de todos, temiendo que lo traicionaran. La tensión alcanzó un punto crítico cuando descubrió que algunos de los policías que había sobornado lo habían traicionado, informando a las autoridades sobre sus planes. Decidido a no permitir ser separado de Lucas, Alberto tomó decisiones drásticas. En una fría noche, esos policías cayeron muertos, víctimas de la desesperación y furia de un padre determinado. Con el camino despejado y más vigilante que nunca, Alberto tomó a Lucas y, con pasaportes falsos y una fortuna a cuestas, desapareció en la oscuridad, burlando las leyes de un país que ya no podía contener su amor desmedido. El sacrificio, el riesgo, y la pérdida de su humanidad no significaban nada para él comparado con su hijo. En su nueva vida, en tierras desconocidas, Alberto había escapado de la justicia, pero no de su conciencia. La sombra del pasado y las decisiones extremas que había tomado lo perseguirían para siempre, recordándole que el verdadero precio de su orgullo fue haber asesinado y errado en nombre del amor. Por primera vez, el imponente hombre aceptó que su mayor debilidad había sido su propio corazón.