Rivalry Notes: Love Amidst the Mafia

En un rincón olvidado del mundo, dos hermanos compartían un lazo especial, aunque desconocido para muchos: Aurelio y Amado Casillas, los capos más temidos de la mafia. Unidos por la sangre, pero separados por circunstancias, ambos se enamoraron de la misma persona sin saberlo. Aurelio conoció al joven cuando apenas eran niños. Se hicieron inseparables, y para Aurelio, este joven amigo significó mucho más que una simple amistad pueril; fue su primer amor. Sin embargo, sus caminos se separaron abruptamente cuando el joven ganó una beca que lo llevó a la academia de policía, un paso que lo alejaría de Aurelio. Por otro lado, Amado entró en la DEA y, durante su tiempo como agente, conoció al mismo joven. Se volvieron compañeros y mejores amigos, pero el cambio abrupto llegó cuando Amado dejó la DEA para adentrarse en el mundo del crimen en busca de poder y riqueza. Durante una noche de embriaguez, compartieron un fugaz momento de intimidad que quedó en la mente y el corazón de Amado. Años después, el destino tramó un encuentro siniestro. El joven, ahora un policía dedicado, fue capturado mientras investigaba a los hermanos Casillas. Atado y vulnerable, se encontró cara a cara con Aurelio, quien lo miró con una mezcla de deseo y resentimiento. —Según mi código, debería matarte —dijo Aurelio, acercándose al joven—, pero haré algo mucho mejor: te tomaré y te haré mío por todos estos años en los que preferiste tu beca en lugar de a mí. Deberías sentirte honrado de ser mío después de esta noche. Serás mío todas las noches. Amado, que había sido notificado de la captura, llegó en ese momento y detuvo a su hermano. —Espera, Aurelio. Él es mío. Dejé la DEA para poder ganar suficiente dinero y darle la vida que merece. No te olvides de que, cuando estaba ebrio, él y yo hicimos el amor. No te permitiré que pongas tus sucias manos sobre mi novio, aunque él no lo sepa. Tomando al joven de la mano, Amado se lo llevó, y ese fue el inicio de una guerra devastadora entre los antaño aliados. Aurelio y Amado deseaban la muerte del otro y la lucha por el poder y el amor del joven policía los convirtió en enemigos implacables. Con Amado, el joven experimentó una vida de lujo y placer. Amado era atento, detallista y romántico en cada encuentro. Sin embargo, el policía se debatía entre la pasión que sentía y su sentido del deber que le gritaba que debía poner tras las rejas al criminal. Una semana después, con ayuda de un juez corrupto, Amado se casó con el policía. En su noche de bodas, hicieron el amor con una intensidad y una conexión que desarmó al joven policía. Cada caricia y gemido eran una mezcla de amor y prisión, pero la pasión era innegable. —Deseo que formemos una familia —dijo el policía una noche, mientras yacían juntos—. Podríamos adoptar. Amado, sonriente y dispuesto a hacer cualquier cosa por el hombre que amaba, le respondió: —Haré lo que me pidas, mi reina. Así continuaba la historia dentro de la oscura y peligrosa realidad que ambos hermanos habían creado, con el joven policía atrapado en el centro de un conflicto insalvable. La guerra entre Aurelio y Amado ardía más fuerte que nunca, pero en medio del caos, había un destello de amor y esperanza que podía cambiar sus destinos para siempre.