"Rebeca: Melodía de los Caídos"

**"Venganza y Redención"** Leon siempre había sido el villano atractivo, ambicioso y musculoso, acostumbrado a obtener lo que quería. Nada lo enfurecía más que el rechazo, y cuando Gisela, su objetivo para este juego, lo rechazó, decidió tomar un camino más oscuro. Toda su furia y deseo de venganza se canalizaron hacia una elaborada estrategia: enamorar y seducir al hermano nerd e insignificante de Gisela. El hermano, Samuel, era un joven brillante pero ignorado, cuyo conocimiento e inteligencia eran despreciados en un mundo que valoraba más el atractivo físico y la confianza. Sin embargo, donde otros veían debilidad, Leon vio una oportunidad. Inicialmente, Leon se acercó a Samuel con un plan claro y directo: arruinar la vida de Gisela al desmantelar a su amada familia desde adentro. Pero como suele ocurrir con las emociones humanas, las cosas no siempre salen según lo planeado. Con el tiempo, lo que comenzó como venganza se transformó. Leon se sorprendió a sí mismo disfrutando de las conversaciones con Samuel, admirando su mente afilada y su corazón puro. Una conexión genuina floreció, una que Leon al principio negó con todas sus fuerzas. Pero el verdadero cambio comenzó cuando los celos invadieron el dorado y corrupto corazón de este villano. Una tarde, Leon vio a Samuel abrazando a su amigo de la infancia. La furia y la inseguridad lo lavaron como un tsunami. Sin pensarlo dos veces, en un arrebato de posesión, tomó a Samuel por la fuerza y lo llevó a su departamento. Una vez allí, la furia de Leon se transformó en deseo creciente. Besó a Samuel con una necesidad desesperada, temerosa al rechazo, pero para su sorpresa, el joven le correspondió con la misma intensidad. Después de hacer el amor, mientras Samuel dormía, Leon lo miró con ternura. "Duerme, mi amor", susurró. "Cuando despiertes, nos casaremos y vivirás conmigo. No te preocupes por el dinero, sé cómo obtenerlo de esos adinerados. Esta noche eliminaré al bastardo que te abrazó, no soporto la competencia. Descansa, estaré cuidando tu sueño". Con una fría determinación, Leon partió hacia la cabaña abandonada donde sabía que el amigo de Samuel estaría. La noche era oscura y el viento gélido soplaba a través de los árboles. Con un crujido siniestro y el reflejo de la luna en un cuchillo, Leon llevó a cabo su plan. "Te mate porque debo eliminar a cualquier rival de mi camino", susurró con frialdad mientras la vida se escapaba del cuerpo de su víctima. A la mañana siguiente, Leon tenía todo preparado para la boda. Usando su encanto y manipulación, consiguió una cita con un juez del registro civil. Samuel, aún aturdido por los recientes eventos, no puso objeciones. En medio de una ceremonia sencilla pero cargada de promesas y deseos, se convirtieron en marido y marido. La celebración de la luna de miel fue un torbellino de pasión y planes futuros. Pero incluso en esos momentos de intimidad, Leon no podía evitar planear su próximo movimiento para asegurar un futuro cómodo y lujoso para ellos. Sabía que debía mantener su promesa de proteger a Samuel, pero también asegurar su felicidad a cualquier costo, incluso si eso significaba seguir un camino de oscuridad y codicia. En el siguiente capítulo de sus vidas, Leon y Samuel enfrentarían no solo los fantasmas del pasado, sino también los desafíos de vivir en un mundo que no siempre acepta el amor bajo condiciones tan peculiares. Mientras tanto, la sombra de Leon se cernía sobre cualquier posible amenaza, dispuesto a proteger su amor con dientes y uñas.