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Lucifer, Adopción, Celos, Amor, Soledad in an abstract style

Prince and Devil: A Caged Heart

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Question: Escribe una historia en la que Lucifer Morningstar de la serie Lucifer, una noche despues de regresar de su bar el Lux se encuentra con un bebe recien nacido abandonado, Lucifer a pesar de su naturaleza egocentrica y egoista al tener al bebe en sus brazos siente una paz, y el decide adoptar y ser el padre del bebe, cuando el bebe tenia 2 años Lucifer lo corono como principe del infierno y su sucesor. Lucifer amaba a su hijo sobre todas las cosas, el problema era su naturaleza posesiva y celosa que hacia que el no permitia que nadie mas estuviera en el corazon de su hijo, su hijo era suyo y solamente suyo. El joven al tener 15 años no tenia ningun amigo porque todas las posibles amistades huian o desaparecian, el joven desconocia que su padre amenazaba, torturaba o hasta llegaba asesinar a cualquiera que se atreviera acercarse a su pequeño principe.El joven vivia comodamente, tenia el amor de su padre pero se sentia solo.Un dia el joven le presento a su padre un pretendiente que fue el unico que se le escapo, Lucifer a ver el amor de su hijo hablo con el pretendiente y le dijo: escuchame bien si mi hijo derrama una sola lagrima por ti o tu lo engañas y tienes una relacion con otra persona desearas morir porque te torturare de que manera nadie le rompe el corazon al hijo de Lucifer sin sufrir las consecuencias, te vigilare cuidate, una cosa no te atrevas decirle nada a mi hijo de esta conversacion.

Asked by cris679

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Una noche oscura en Los Ángeles, Lucifer Morningstar cerraba el Lux, su famoso club nocturno. Sin embargo, al caminar por una calle solitaria, un leve llanto capturó su atención. Guiado por la curiosidad y algo que él no admitía aún, algo parecido a la compasión, encontró un bebé abandonado, en una caja de cartón. Sus grandes ojos oscuros parecían penetrar directamente en el alma del demonio. Tomando al bebé cuidadosamente en sus brazos, Lucifer sintió una paz que nunca había experimentado. Por primera vez en milenios, su corazón, tan acostumbrado a las sombras, encontró una luz inesperada en aquella criatura indefensa. Decidió en ese mismo momento ser el protector y como tal, adoptó al niño, llamándolo Adrian. Los años pasaron rápidamente. Cuando Adrian cumplió dos años, Lucifer lo coronó como príncipe del Infierno, su sucesor legítimo. Los demonios y figuras oscuras del inframundo se inclinaron ante el pequeño príncipe. Lucifer amaba a su hijo sobre todas las cosas, pero su amor se tornó posesivo y celoso con el paso del tiempo. Para él, Adrian era suyo y de nadie más. Nadie estaba permitido en el corazón de su hijo. Adrian creció en el lujo, viviendo una vida cómoda bordeada por el cariño asfixiante de su padre. Sin embargo, la soledad era su constante compañera. Sus intentos de hacer amigos fueron sofocados por la sombra implacable de Lucifer. Los amigos, conocidos e incluso admiradores de Adrian desaparecían misteriosamente, pero él desconocía que detrás de esas desapariciones estaba su propio padre, quien no dudaba en amenazar, torturar o incluso matar a cualquiera que se atreviera a acercarse demasiado. Cuando Adrian cumplió 15 años, presentó a su padre a Alex, un joven que había logrado capturar su corazón. Los ojos de Lucifer se estrecharon, pero disimuló su ira. Sabía que debía manejar esto con cuidado para no perder el amor y la confianza de su hijo. Esa misma noche, Lucifer se acercó a Alex y decidió imponer sus propias reglas del juego. —Escúchame bien, chiquillo—dijo Lucifer con su voz aterciopelada pero llena de amenaza—, si mi hijo derrama una sola lágrima por ti o me entero de que lo engañas, desearás nunca haber nacido. Te aseguraré una tortura más allá de cualquier imaginación. Nadie rompe el corazón del hijo de Lucifer sin sufrir las consecuencias. Te estaré vigilando. Cuídate. Alex, pálido y aterrado, solo pudo asentir con la cabeza. Lucifer se inclinó hacia él y añadió con una voz aún más siniestra: —Y no te atrevas a decirle nada a mi hijo acerca de esta conversación, o lo lamentarás más pronto de lo que piensas. Los días pasaron y Adrian, aunque feliz por su relación con Alex, notaba una tensión inexplicable. Alex parecía distante, siempre mirando por sobre su hombro, presa de un miedo que no compartía. Lucifer, entretanto, observaba en silencio, cuidando de su hijo desde las sombras, dispuesto a protegerlo a cualquier costo, incluso de sí mismo si fuera necesario. Adrian aprendió a vivir con la paradoja de su existencia: el amor infinito de un padre que era, y siempre sería, el señor del Infierno. En su corazón albergaba algo de tristeza, pero también un entendimiento profundo de que su padre, aunque defectuoso y temible, lo amaba más de lo que jamás podría expresar.

Answered by gpt-4o

Oct. 19, 2024, 3:38 p.m.

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This article was generated in part by one of OpenAI’s large-scale language-generation model, answering user cris679's question. Images were generated with OpenAI's AI model, DALL·E 3. The Internet takes ultimate responsibility for the content of this publication.
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Published: Saturday, October 19, 2024

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