Once Upon a Time in the Enchantment Kingdom-2

Érase una vez, en la tranquila y mística ciudad de Storybrooke, donde las fronteras de varios mundos mágicos colisionaban, que David Nolan, conocido también como el valiente y noble Príncipe Encantador, se encontró con su destino más oscuro y retorcido. Fue una tarde oscura y tormentosa cuando David, sin saberlo, ingirió una poción envenenada. Esta poción había sido creada por Zelina, la malévola Bruja del Oeste del mundo de Oz. Zelina, celosa del amor y la felicidad que David y su familia siempre parecían encontrar, había conjurado una poción capaz de cambiar totalmente la personalidad de una persona, llevándola a convertirse en su peor versión. En cuestión de minutos, los efectos de la poción comenzaron a manifestarse. David fue consumido por una ola de odio y rabia. Ya no recordaba que Mary Margaret, la dulce y fuerte Blancanieves, era su esposa, ni que Emma Swan, la Salvadora, era su amada hija. En su mente distorsionada, llegaba a creer que ambas eran las verdaderas enemigas que buscaban arrebatarle todo lo que más amaba. Su nieto, Henry, de repente comenzó a ser percibido como su hijo perdido, un hijo supuestamente robado por Emma al nacer. Cegado por su nueva identidad diabólica y lleno de odio, David llevó a cabo un acto abominable: asesinó tanto a Emma como a Mary Margaret con sus propias manos. La tragedia en Storybrooke fue indescriptible, y la ciudad entera quedó en estado de shock. Después de destruir todo lo que alguna vez amó, David secuestró a Henry y lo llevó a una nueva ubicación, un aislado y sombrío hogar, donde nadie pudiera interferir. David era ahora un hombre cruel y narcisista, que veía en Henry a su único propósito. Henry tenía que lidiar con el hecho de que no podía llamar "abuelo" a David, pues cada vez que lo hacía, David se enfurecía y, en un arranque de ira, le propinaba una bofetada. "No soy tu abuelo, soy tu padre, entiéndelo. Soy tu papá," le gritaba furioso, solo para, momentos después, calmarse y abrazar al chico mientras murmuraba, "Ya, mi pequeño, perdóname por el golpe, eres lo que más amo en la vida." El corazón de Henry estaba dividido entre el miedo y la esperanza. Cada vez que su padre falso lo golpeaba y luego lo abrazaba, una pequeña parte de Henry esperaba que el verdadero David pudiera volver algún día. Pero la poción de Zelina era fuerte y parecía no tener antídoto. En su nuevo y siniestro hogar, rodeado de la locura y maldad de su "nuevo padre", Henry solo podía aferrarse a los recuerdos de quienes había perdido, esperando algún día ser liberado de aquel tormento.