Nerd + bully = love story

Había una vez un quaterback de 18 años llamado Jack, de mirada cautivadora, músculos de acero y confianza en sí mismo que rozaba la egolatría y narcisismo. Era la estrella de su escuela, pero también era conocido por su actitud de intimidación, especialmente hacia Mike, un chico considerado por muchos como un nerd, poco atractivo y físicamente débil. Una noche, después de un partido de fútbol, Jack y Mike abrieron sendas galletas de la fortuna que prometían cambiar sus vidas para siempre. Sin dar crédito a las palabras impresas en el papel, los dos jóvenes se fueron a dormir, inconscientes de lo que les esperaba. Mientras dormían en sus respectivas camas, una especie de relámpago chocó contra sus casas y, en un abrir y cerrar de ojos, Jack y Mike habían intercambiado cuerpos. A la mañana siguiente, Mike despertó en el robusto cuerpo de Jack, mientras Jack se encontró en el cuerpo delgado y frágil de Mike. Al principio, ambos quedaron impactados por el cambio. Mike, al ver su nuevo cuerpo reflejado en el espejo, se quedó boquiabierto al ver los grandes músculos que ahora tenía. Jack, por otro lado, quedó horrorizado al verse a sí mismo en el espejo, se sintió débil y poco atractivo en su nuevo cuerpo. Incapaz de manejar su nueva existencia de nerd, Jack terminó convirtiéndose en la nueva víctima de intimidación en la escuela. Mientras tanto, Mike comenzó a disfrutar de su nuevo cuerpo. No pudo resistirse a hacer poses para enfatizar sus músculos, a experimentar la emoción de ser fuerte y, de repente, atractivo para las chicas. Uno de los cambios más sorprendentes fue que el mejor amigo de Jack, Ryan, que también era uno de los autores de bullying a Mike, comenzó a verle de manera diferente. Hasta el punto que se enamoró de él. Inesperadamente, Mike y Ryan comenzaron a salir y, eventualmente, tuvieron una relación. A partir de ese momento, Mike ya no quería volver a su antiguo cuerpo. Y así, cada uno aprendió a vivir en su nuevo cuerpo, con Mike disfrutando de su nuevo atractivo y fuerza, y Jack, que tuvo que aprender a vivir como la víctima de sus propias acciones, aprendió la lección más grande de su vida. Aunque sucedió todo de una forma muy extraña, este cambió sirvió para que cada uno aprendiera lecciones valiosas que no hubieran aprendido de otra manera. Jack aprendió empatía y respeto, y Mike ganó autoconfianza que trascendió aún cuando regresó a su antiguo cuerpo al final de la historia.