Melek's Dark Destiny: Forbidden Love and Secret Perversions.

**El Destino de Melek - Versión Oscura** En la antigua y majestuosa mansión de los Karadag, donde sombras del pasado susurran entre sus muros, Melek decidió regresar después de 20 años. Había dejado todo atrás al irse con un extraño, solo para ser abandonada tiempo después. Con el corazón roto y tres hijos a cuestas, no le quedó más remedio que volver a la misma mansión de la que había huido. Pero el regreso de Melek no fue bien recibido por todos. Mithat, su hermano menor, la miraba con ojos oscuros llenos de rencor y pasión prohibida. Recordaba su infancia interrumpida por la partida de Melek. Solía mirarla no solo con el amor fraternal, sino con el deseo insano de un hombre por una mujer. Ese sentimiento había nacido en él desde niño, creciendo hasta convertirse en una obsesión insalubre. Mithat hizo todo lo posible para sacar a su hermana y sus sobrinos de la mansión, tratando de vengarse del abandono que sufrió. Sin embargo, el tiempo comenzó a suavizar su ira exterior, al menos superficialmente, y lentamente se acercó a Melek y sus hijos, volviéndose una figura confiable a sus ojos. Una noche, mientras sostenía una foto de Melek, Mithat murmuró con una voz inquietante: "Hermanita, ya logré que mis sobrinos me tengan confianza. Ahora me acercaré más a ti y te haré mi mujer. No me importa que llevemos la misma sangre. Yo te amo y lograré mi propósito. Ahora debo deshacerme del imbécil de Halil que es un estorbo. Si no te tengo, ningún hombre te tendrá". Semanas después, Halil, sospechoso de las intenciones de Mithat, decidió enfrentarlo. La tensión fue aplastante en ese duelo verbal. "Necesitas ayuda psiquiátrica", le espetó Halil. "Lo que sientes es insano. Hagas lo que hagas, Melek nunca será tuya. Nos acabamos de casar y ahora le revelaré lo que has hecho, que tú asesinaste a tu propio padre y hermano cuando intentaron detenerte y enviarte a un psiquiátrico, e hiciste que todo pareciera un accidente automovilístico. Ya tengo las pruebas que presentaré a la policía". Al escuchar esto, Mithat rio siniestramente, la locura bailando en sus ojos oscuros. "Nunca dirás nada, Halil. Pagarás el mismo precio que pagaron mi padre y mi hermano por separarme de mi mujer. Aunque te hayas casado con ella, pronto quedará viuda. Adiós, Halil". Y con frialdad, Mithat acabó con la vida de Halil, sin un atisbo de remordimiento en su corazón envenenado. Horas después, en un arrebato de locura y control, Mithat secuestró a su hermana y sus sobrinos. Decidido a borrar el pasado, le administró a Melek una droga que desdibujó sus recuerdos, reemplazándolos con falsos recuerdos de un matrimonio con su propio hermano. Esa misma noche, Mithat logró su propósito diabólico y consumó su retorcida versión de un matrimonio. Mientras Melek dormía, ausente en su ensoñación tóxica, Mithat la abrazó con una posesión espeluznante y susurró: "Ya eres mi mujer, amor. Mis sobrinos, si quieren sobrevivir, nunca deberán decirte la verdad. Para ellos, yo seré su padre, quieran o no". El destino de Melek había sido sellado con el veneno de un amor prohibido y la obsesión de un hombre quebrado. La mansión Karadag se sumía cada vez más en la oscuridad, cautiva de los demonios de su pasado retorcido.