Love in the Dark: The Passion of the Lord of the Skies

Había una vez un narcotraficante temido por todos en México, su nombre era Aurelio Casillas, también conocido como el Señor de los Cielos. Famoso por su atractivo físico, su fuerza descomunal y su virilidad, Aurelio gobernaba el bajo mundo con mano de hierro. Sin embargo, el destino tenía planes inesperados para él. Un día, mientras caminaba por las calles de la ciudad, fue alcanzado por una flecha de Cupido que lo hizo enamorarse perdidamente de un joven totalmente opuesto a él. Ese joven era Esteban, un nerd, débil y no tan atractivo, pero increíblemente inteligente y de buen corazón. Esteban trabajaba arduamente para mantener a su familia y no buscaba llamar la atención de nadie. Aurelio, acostumbrado a obtener todo lo que deseaba, intentó conquistar a Esteban. Pero para su sorpresa, el joven lo rechazó múltiples veces. Enfurecido y herido en su ego, Aurelio decidió vengarse atacando a la familia de Esteban. Utilizó su influencia para hacer que los padres de Esteban perdieran sus empleos, y pronto el banco embargó su casa. Desesperado y con el corazón roto por el sufrimiento de su familia, Esteban no tuvo más opción que visitar a Aurelio en su mansión. Lo encontró en el jacuzzi, disfrutando de su opulenta vida. Aurelio se levantó lentamente del agua, su cuerpo musculoso goteando, y con voz firme le dijo a Esteban: —Lo que quiero es que seas mi hembra, mi pareja y me ames. Quiero que aceptes casarte conmigo. Esteban, contrariado pero sin alternativas, aceptó. —Acepto, pero a cambio te exijo que me seas fiel. Detesto la infidelidad y los engaños. Aurelio, con una sonrisa, aceptó y terminó todas sus relaciones extramaritales. Allí mismo, en ese momento intenso, Aurelio besó a Esteban apasionadamente. Por primera vez, Esteban sintió una atracción irrefrenable hacia el Señor de los Cielos. El magnetismo de Aurelio, su presencia dominante y su vulnerabilidad oculta lo conquistaron. Lo que comenzó como un sacrificio por amor a su familia se transformó en una relación apasionada e inquebrantable. A medida que pasaba el tiempo, Esteban se dio cuenta de por qué tantas mujeres deseaban estar con Aurelio. Su presencia era hipnótica, y la atención que le brindaba era algo que jamás había experimentado. Solo había una sombra oscura: la obsesiva posesividad y celos de Aurelio. La vida como narcotraficante y las constantes amenazas de muerte que lo rodeaban exacerbaban su miedo a perder a su amado Esteban. Aurelio, por su parte, también cambió. La nobleza y bondad de Esteban despertaron un lado protector e intensamente celoso en él. Sin embargo, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para mantener la felicidad de su esposo y defender aquel amor que nunca creyó encontrar. Juntos, Aurelio y Esteban navegaron por las turbulentas aguas del amor y el peligro. Su relación era improbable, pero la lealtad y la pasión que compartían los unían de una manera que ni el tiempo ni los enemigos podían romper. En medio del caos del mundo del narcotráfico, habían encontrado, contra todo pronóstico, su propio paraíso compartido.