Las Curvas del Destino: Un Cambio Sorprendente que Transforma Vidas

En una empresa de primer nivel, trabajaba Edgar, un hombre de 28 años, gordo, gay y más bien poco atractivo. Sufría bullying constantemente por parte de su gerente, Damián, un hombre atractivo, musculoso de 29 años, conocido por su narcisismo y egolatría. Damián disfrutaba avergonzar a Edgar a causa de su apariencia y orientación sexual. Pero había un observador secreto de este acoso: Randal, el leal mayordomo de Damián, que había soportado en silencio la homofobia de su empleador durante demasiado tiempo. Un día, Randal decidió que era tiempo de poner fin al sufrimiento de Edgar y la maldad de Damián. Tomó un antiguo libro de hechizos que había heredado de su abuela, especializada en proyección astral y magia del alma. En base a las instrucciones del libro, realizó un hechizo que provocaría un viaje astral entre Edgar y Damián. Por la noche, mientras ambos hombres dormían, sus espíritus comenzaron a levitar, conduciendo hacia el otro cuerpo. Al amanecer, las almas se habían intercambiado, y el hechizo estaba completo. Damián, ahora en el cuerpo de Edgar, se despertó confundido y aterrado en un cuerpo que no reconocía. Por el estrés y la conmoción emocional, terminó muriendo de un paro cardíaco. En contraste, Edgar se despertó en el escultural cuerpo de Damián. Al ver su nuevo cuerpo, no pudo evitar explorarse a sí mismo, admirando los músculos, pectorales, abdominales, bíceps y tríceps que ahora tenía. Edgar no solo había cambiado su firma física, sino que también había adquirido la personalidad de Damián, llegando a ser autoritario, dominante y, sorprendentemente, heterosexual. Desafortunadamente, Edgar inicialmente comenzó a replicar las acciones de Damián, siendo un bully para los otros empleados. Pero Randal no tardó en intervenir, le reveló la causa de su transformación y cómo Damián había desperdiciado la vida que le había tocado. Edgar tomó esta lección en serio y prometió respetar y apreciar su nueva vida. Agradecido por el sacrificio y la ayuda de Randal, Edgar le propuso matrimonio. Aunque al principio su atracción fue heterosexual, eventualmente sus sentimientos por Randal florecieron hasta cambiar su orientación nuevamente a homosexual. Edgar y Randal se casaron en una íntima ceremonia, sellando así su amor y gratitud, y demostrando que el amor y la compasión pueden triunfar sobre el maltrato y la intolerancia.