La Transmutación de los Opuestos: La Increíble Transformación del Gordo y su Bully

Érase una vez, en una pequeña ciudad, un joven de 18 años llamado Carl. Tenía sobrepeso, llevaba gafas gruesas, le gustaba más la ciencia que el ejercicio y siempre se encontraba a sí mismo en el último lugar en las preferencias socialmente aceptadas. El blanco de las constante burlas y el bullying era Jerry, el atractivo y egolatra capitán del equipo de fútbol del instituto, cuyo físico musculoso era solo superado por su gran fortuna. Un día, mientras caminaba por un mercado de pulgas, Carl compró un espejo viejo y arrugado. No tenía nada especial, excepto por una pequeña etiqueta que decía "Mágico". Llegó a casa, lo limpió y decidió ver cómo se veía. Frustrado por su reflejo, Carl deseó en voz alta, "Cómo desearía ser mi bully". En ese momento, su reflejo cambió. En lugar de ver sus ojos miopes reflejados, vio los ojos brillantes, la sonrisa segura y las fuertes facciones de Jerry. El espejo parecía mostrar exactamente a Jerry en ese momento: desnudo en el baño y egocéntrico como siempre. Sorprendido pero intrigado, Carl tocó la superficie del espejo y en un instante sintió una sacudida eléctrica. Cuando abrió los ojos, ya no estaba en su cuarto, estaba en el lujoso baño de Jerry. Comprobó su reflejo en el espejo de baño, y no estaba soñando. Sus brazos ahora eran musculosos y su estomago plano y fuerte. Carl decidió explorar su nuevo cuerpo, cada definición de músculo y cada faceta del nuevo mundo que tenía a su disposición. Al principio, era extraño, sin embargo, luego de algunos días, disfrutaba de sus nuevas apariencias y de la ausencia de burlas. A medida que pasaba el tiempo, Carl aprendió a valorar la vida desde una perspectiva diferente. Tomó la decisión de mantener su nuevo cuerpo, pero decidió conservar su alma gentil y amable. Fue entonces que Carl realmente se dio cuenta de que su esencia y su talento superaban a cualquier apariencia física o material. De esta forma, descubrió que no necesitaba ser otro para ser feliz, simplemente debía aceptarse y valorarse a sí mismo. Y aunque tenía el cuerpo de Jerry, dentro de sí seguía estando Carl; ese chico que solo quería que lo aceptaran tal y como era.