La Transformación de los Deseos: Del Hombre Obeso a la Estrella del Cine para Adultos

Empezaremos esta historia con un personaje, a quien llamaremos Alfredo. Alfredo era un joven de 20 años, con una apariencia que consideraba desafortunada y una constitución física que le daba problemas para disfrutar de la vida como quería. Debido a una serie de malentendidos genéticos y falta de ejercicio consistente, estaba más bien en el lado obeso de la balanza. Un día, mientras navegaba por Internet en busca de formas de cambiar su vida, se topó con un anuncio extraño. Este anuncio estaba sobre un viejo espejo mágico a la venta por un precio ridículamente bajo, dado su supuesta capacidad de cumplir un deseo. Alfredo, seducido por la posibilidad de cambiar su vida, decidió comprar el espejo. Llegó a su casa, lo colgó en su habitación y se quedó parado frente a él. Se miró en el espejo y con un tono ligeramente tembloroso dijo: "Deseo ser Roman Todd". Para aquellos que no lo saben, Roman Todd es un actor porno conocido por su físico musculoso, su atractivo natural y su virilidad en pantalla. Alfredo siempre había admirado a Roman, no por su carrera profesional, sino por la apariencia que él poseía y siempre había deseado. Lo que pasó a continuación fue increíble, el espejo empezó a vibrar y su reflejo comenzó a cambiar. Pronto, ya no era Alfredo quien se veía en el espejo, sino Roman Todd, vistiendo solo unos boxers blancos. Con un poco de duda, extendió la mano para tocar la superficie del espejo y, al hacerlo, sintió una repentina oleada de energía. Cuando retiró la mano, la cabeza le daba vueltas. Pero al mirar hacia abajo, quedó atónito. No eran sus brazos gordos y flácidos los que veía, sino los brazos fuertes y musculosos de Roman Todd. Al darse cuenta de lo que había sucedido, decidió probar su nueva constitución física. Flexionó sus músculos, sintió su cuerpo más duro y definido y se miró en el espejo una vez más. Decidió proclamar con seguridad: "Voy a ser Roman Todd para siempre". Desde ese día, Alfredo, o mejor dicho, Roman, dejó atrás su antiguo yo y comenzó una nueva vida como el hombre que siempre deseó ser.