"La Sorprendente Transformación del Bully: De Enemigo a Amante por un Deseo Equivocado"

Una vez, en una tranquila ciudad universitaria, vivía un joven llamado Leonard. Leonard era, a todas luces, como cualquier otro chico de su edad, a excepción de algunas particularidades: su peso, la forma de su cara que, según él, era poco atractiva, su precaria situación económica y su timidez, que llegaba a tal punto que apenas podía mirar a los demás a los ojos. En su universidad, Leonard era conocido como el "rarito", el "geek", el "extraño". Era el blanco perfecto para Clark, el chico más popular de la universidad. Clark era quaterback, musculoso, millonario, guapo y, para colmo, increíblemente egocéntrico y narcisista. Un día, paseando por una feria de libros antiguos en la ciudad, Leonard se topó con una vieja lámpara de aspecto antiguo. La frotó siguiendo la tradición de las historias de genios que tanto le gustaban y, como si estuviera dentro de una de esas historias, un genio surgió de la lámpara. El genio le ofreció a Leonard el típico deseo. Sin embargo, cuando conversaba con su amiga Lily acerca de qué deseo pedir, Lily había bromeado diciendo: "¿Por qué no le pides que Clark se convierta en tu esposo, un hombre amoroso, celoso, posesivo y dominante que solo tenga ojos para ti?". Leonard se rió tanto que, sin darse cuenta, pronunció las palabras en voz alta. El genio, siempre listo para cumplir su deber, asintió y desapareció. Leonard se quedó atónito, sin saber que su vida cambiaría tanto al día siguiente. Despertó con Clark a su lado, y aunque estaba sorprendido, Leonard también se sintió desconcertado cuando Clark le sonrió y preguntó "Amor, ¿estás bien?". Leonard, nervioso y confundido, no supo qué decir, pero las palabras de Clark tenían un encanto tal, que poco a poco le convencieron. Esa noche, se entregó a lo que sentía por Clark. Aunque inicialmente habían sido forzados por el deseo, con el tiempo, ambos se enamoraron verdaderamente. Y así, de esta manera bastante inusual, Leonard descubrió que, a veces, incluso el peor de los bullies puede convertirse en la persona que más amas. Esperemos que Clark aprenda tanto de Leonard como Leonard ha aprendido de él.