La Redención de un Vampiro: Un Inusual Vínculo entre el Poder y la Eduación

Se había convertido en una noche normal para el rey de todos los vampiros, cuya humanidad era un espejismo atractivo y musculoso de 30 años. Pero en realidad, había nacido hace 500 años, un vampiro ególatra y narcisista en busca de su próxima presa. En esta noche en particular, él posó sus ojos en un chico de apariencia fea y nerd de 16 años. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de hundir sus colmillos en el cuello del chico, su mirada se detuvo en un pequeño lunar en la cara del chico, una marca que sólo poseían los miembros de su propia familia. Usando sus poderes vampíricos, interrogó al chico sobre quien era su padre. El chico, tembloroso de miedo, confesó que nunca había conocido a su padre, y que se decía que había abandonado a su madre tras abusar de ella. Fue entonces cuando el vampiro se dio cuenta de que este chico nerd y feo era su propio hijo, producto de un horrible error en su pasado. Decidió reconocer al chico como su hijo, y prometió tratar de reparar el daño que había causado. El vampiro se llevó al chico a su opulenta mansión y comenzó a educarlo con los mejores ideales y disciplinas que su propio padre le había enseñado hace más de 500 años. Le dio lecciones de equitación, buenos modales en la mesa, cortejo a las damas, trato a las personas, manejo de armas y lecciones de liderazgo y diplomacia. El chico, que había acariciado sueños de convertirse en abogado, resistió al principio. Alegó que ya tenía ofertas de las mejores universidades del país debido a su excelente rendimiento escolar. Pero el vampiro insistió en que las mejores universidades estaban en Europa y que un miembro de su familia no debería rebajarse a buscar un trabajo humano. El chico finalmente cedió a la persuasión de su padre, y aceptó sus lecciones. Sin embargo, después de pasar varios días en la mansión, el chico le recordó al vampiro que estaba ausente de su escuela y que pronto las autoridades podrían comenzar a buscarlo. El vampiro, aunque renuente, aceptó que el chico regresara a la escuela para terminar sus estudios. Para evitar sospechas, el vampiro incluso se presentó en la escuela como el padre del muchacho, evaluando para sí mismo si la calidad de la educación coincidía con la de su linaje. Después de todo, ahora no sólo era el rey de los vampiros, sino también un padre que intentaba enmendar sus errores del pasado. Aún si eso significaba navegar en el desconocido papel de ser padre de un estudiante de secundaria en el mundo moderno.