**La Oscura Melodía de un Corazón Roto**

Había una vez un joven de 14 años llamado Lucas, considerado un nerd por sus compañeros y poco atractivo según los estándares superficiales de su tiempo. Pero Lucas tenía un atributo valioso: un corazón bondadoso y puro. Vivía con su padre, un magnate apuesto y musculoso, llamado Alejandro, y con sus dos hermanos mayores, Javier y Tomás, de 17 años, quienes habían heredado la egolatría y el narcisismo de su padre. Alejandro, de 32 años, era elogiado por su éxito y apariencia, pero su carácter arrogante lo hacía despreciar a Lucas, a quien veía como una deshonra. Javier y Tomás, siguiendo el ejemplo de su padre, solían burlarse de Lucas, ignorando sus bondades y talentos ocultos. A pesar de todo, Lucas amaba a su familia incondicionalmente y haría cualquier cosa por ellos, sin que ellos supieran que había nacido con un don excepcional: Lucas podía ver el futuro. Una noche, Lucas tuvo una visión que lo preocupó profundamente. Vio que, a causa de una mujer intrigante, su padre y sus hermanos se pelearían a muerte, resultando en la muerte de uno de ellos. Esto lo llevó a tomar una decisión: evitar que esa tragedia se cumpliera. Sin embargo, la visión comenzó a materializarse rápidamente cuando apareció una mujer misteriosa y seductora llamada Isabella. Alejandro rápidamente fue conquistado por la belleza de Isabella, seguido por cada uno de sus hijos mayores. Isabella, con un plan claro y malicioso, logró enamorar enfocadamente a los tres, causando rivalidades silenciosas pero intensas. Finalmente, una noche fatídica, Alejandro presentó a Isabella como su prometida a sus hijos, provocando una explosión instantánea de cólera. "Padre, no te vas a casar con mi chica", gritó Javier, seguido por Tomás que replicó, "Ella es mía, no tuya." Los insultos se multiplicaron y la violencia estalló. Intentando calmar la tormenta, Lucas se acercó a Isabella y le dijo con calma pero firmemente: "¿Estás feliz? Lograste destruir esta familia. Pero escucha mis palabras, todo el daño que se hace regresa." La situación se salió de control cuando Alejandro sacó una pistola, dispuesto a disparar a uno de sus propios hijos. Lucas, impulsado por su amor y valentía, se interpuso y recibió el disparo. Isabella huyó despavorida del lugar. Alejandro, al darse cuenta de lo que había hecho, sintió una culpa abrumadora. "¿Qué hice? Hijo, por favor, resiste, perdóname," suplicaba mientras las lágrimas brotaban. Javier y Tomás, llenos de remordimiento se arrodillaron a su lado. "Resiste, hermano, por favor. Perdónanos por todo el bullying," dijeron entre sollozos los hermanos. Lucas, con una sonrisa apaciguadora, les respondió, "Los perdono. Ya me puedo ir tranquilo. Deseo que encuentren consuelo. Adiós." Y con esas palabras, Lucas exhaló su último aliento. Devastado, Alejandro fue condenado a prisión, y su buena conducta le permitió cumplir la condena en casa. Javier y Tomás cayeron en una profunda depresión, abrumados por la culpa y el dolor. Todo esto llevó a Alejandro a un oscuro plan revelado por un compañero de prisión. Decidido a hacer cualquier cosa para traer a Lucas de vuelta, Alejandro invocó al demonio, prometiendo su alma y la de sus hijos a cambio de la vida de Lucas. El demonio sonrió ante la propuesta y respondió, "¿Harán lo que sea? Muy bien. Volverán al momento en que ibas a disparar, pero no dispararás. Sin embargo, como pacto, tú y tus hijos serán mis instrumentos. Tú serás mi Anticristo y tus hijos serán tus aliados para formar mi trinidad. A partir de este momento, perderán todos esos sentimientos humanos patéticos de bondad y amor. Solo amarán a tu hijo menor, pero será un amor posesivo y dominante, pues es nuestra naturaleza malvada." Alejandro aceptó, y en un instante, él y sus hijos se transformaron en entidades de oscura maldad. Resurgieron en la sala, justo antes del disparo fatal, y con miradas ahora frías y desalmadas, vieron a Lucas sano y salvo frente a ellos. "Descansa, hermanito," dijeron al unísono, Javier y Tomás, ahora con sus corazones consumidos por la oscuridad. "Dominaremos este mundo. Esta vez te cuidaremos y protegeremos. Eres nuestro rayo de luz, y nunca escaparás de nuestro lado." Aunque Lucas vivía, había pagado un precio terrible. Su familia, una vez llena de promesas de redención, ahora estaba destinada a un destino sombrío, dominados por su nuevo amo infernal, manteniendo a Lucas prisionero de un amor que era todo menos puro.