Helen's Mathemagical Plan: Body Swap and Eternal Laughter

Había una vez una maestra de matemáticas llamada Helen que trabajaba en una pequeña escuela secundaria. Helen era conocida por su estricta disciplina y su inteligencia aguda, pero también era infeliz debido a su apariencia física. A menudo se sentía frustrada porque, aunque su mente era brillante, su cuerpo no era lo que ella deseaba. Quería ser joven, atlética y hermosa. Un día, Helen descubrió un antiguo libro de conjuros en la biblioteca de la escuela. Entre las páginas polvorientas, encontró un ritual que prometía cambiar cuerpos con otra persona. Helen, llena de curiosidad y desesperación, decidió poner en práctica el hechizo. Pero, ¿con quién cambiaría cuerpos? Pensó en Alison, una de sus alumnas de primer año de secundaria. Alison no era muy inteligente y tenía problemas con las matemáticas, pero era joven y tenía el cuerpo que Helen siempre había soñado. Una noche, después de clases, Helen realizó el ritual en secreto en el aula de matemáticas. Al día siguiente, Alison despertó en el cuerpo de Helen, confundida y asustada. Helen, ahora en el cuerpo de Alison, se sentía eufórica. Finalmente tenía la juventud y la apariencia que siempre había deseado. Disfrutando de su nueva vida, Helen comenzó a burlarse de Alison. En clase, Helen en el cuerpo de Alison reía abiertamente cuando Alison, en el cuerpo de Helen, no lograba resolver problemas matemáticos simples. Los otros estudiantes no entendían por qué "Alison" de repente se había vuelto tan buena en matemáticas y por qué "Helen" parecía haber perdido todo su conocimiento. Con el paso del tiempo, la situación se volvió permanente. El hechizo se había cerrado de tal manera que no había forma de revertirlo. Alison, atrapada en el cuerpo de Helen, no podía convencer a nadie de lo que había sucedido, y Helen, gozando de su nueva apariencia, siguió con su nueva vida, riéndose y burlándose constantemente de Alison. La moraleja de esta historia es que las acciones impulsadas por la desesperación y la superficialidad pueden tener consecuencias terribles, no solo para uno mismo, sino también para otros. Helen, en su búsqueda de juventud y belleza, perdió su humanidad y empatía, y Alison fue condenada a una vida que no le pertenecía, víctima de la ambición egoísta de su maestra.