Forging Redemption: A Tale of Regret, Forgiveness, and the Supernatural Bond Between a Father and Son

Un día, en los años dorados de sus veinte años, Roman Todd se encontró con un bebé envuelto en mantas depositado en el umbral de su modesta casa, junto con una nota que explicaba que el niño era suyo, y que su madre lo había abandonado en busca de una vida más rica y lujosa. El atractivo, musculoso y joven Roman, que tenía un futuro prometedor como actor porno, se vio de repente cargado con una responsabilidad que nunca había soñado. Con un amor inmenso y devoto, Roman comenzó a criar a su hijo, que le dio un propósito y un significado a su vida que nunca antes había conocido. Pero para mantener a su hijo, Roman entró en la industria pornográfica gay y bisexuales, donde su atractivo y su físico musculoso dieron rápidas recompensas. Pero con la fama y la riqueza también llegaron la lujuria y la lujuria por el sexo, y poco a poco Roman comenzó a perder de vista lo que de verdad importaba. Dejado al margen, el niño, ahora adolescente, se volvió introvertido y se sumergió en sus estudios, convirtiéndose en lo que su padre juzgó como un "nerd" y etiquetado como feo e insignificante. Incluso el joven fue forzado a trabajar como sirviente en la mansión para ganarse el derecho a vivir allí. Una enfermedad terminal avanzada en secreto dentro de él, sin que su padre prestara atención. Un día, durante una discusión acalorada, en la que el joven intentaba marcharse, tuvo una crisis y empezó a sangrar y a perder el conocimiento. Conmocionado por la gravedad de la situación, Roman llevó al joven al hospital, donde finalmente se enteró de la enfermedad terminal. Rápidamente decidió ser el donante de médula que su hijo necesitaba, y rogó por el perdón de su hijo en la sala de espera, pero para el niño, Roman parecía más un desconocido que un padre arrepentido. Justo antes de la operación, cuando el joven estaba perdiendo sus fuerzas, un vampiro, que había estado observando todo desde las sombras, apareció y mordió al chico, convirtiéndolo en uno de ellos. El vampiro, para castigar a Roman, propone un plan al chico recién convertido. Fingen la muerte del chico y Roman queda devastado por la pérdida, lamentándose y llorando cada hora y arrastrando la culpa y el remordimiento mientras contempla la última foto que tenía de su hijo. Después de la ceremonia de despedida, el vampiro desentierra al chico, quien luego se revela a Roman como un espectro, diciéndole que ha vuelto de la tumba para dar a Roman la oportunidad de redimirse. Pero hay una trampa: nunca puede revelar que su hijo está vivo, o él desaparecerá para siempre. Y así comienza un nuevo capítulo en Roman Todd, una vez un actor porno adinerado y ahora un padre arrepentido, mientras lucha por redimirse frente a su hijo revivido. En su camino: una lucha interior constante, una fuerte redención y la esperanza de un final feliz para su hijo. El hecho de si lo conseguirá o no, es una historia para otro día.