Forbidden Love: The Heart of a Capo

Título: "El Corazón del Señor de los Cielos" En un mundo donde las decisiones no siempre se miden por la ética y la justicia, Aurelio Casillas, el temido y poderoso narco conocido como el Señor de los Cielos, vivía al filo de la ley. Musculoso, viril y con un encanto irresistible, Aurelio había conquistado a muchas mujeres y al mismo tiempo infundía miedo en todo México. Sin embargo, ni todo su poder ni su atractivo podrían prepararlo para lo que estaba por ocurrir. Una tarde de verano, el destino decidió lanzar una flecha de Cupido hacia Aurelio, aunque esta vez con un objetivo inesperado: un joven tímido, nerd y no tan atractivo, llamado Andrés. Andrés era conocido por su inteligencia excepcional y su carácter noble, un contraste radical con el mundo de Aurelio. Inmediatamente, el impacto de la flecha fue notable. Contra toda lógica y precedentes, Aurelio se sintió inexplicablemente atraído por Andrés. Sin embargo, cuando Aurelio se acercó a Andrés para confesar su nueva obsesión, el joven lo rechazó. Con un temple que nadie se hubiese atrevido a mostrarle, Andrés le dijo claramente que no estaba interesado. Herido en su orgullo y desconocido ante el rechazo, Aurelio decidió vengarse. Usando su poder e influencia, orquestó que los padres de Andrés perdieran sus empleos y que el banco embargara la casa de su familia. Desesperado y sin opciones, Andrés se presentó en la lujosa mansión de Aurelio. Fue llevado a la habitación donde Aurelio lo esperaba en el jacuzzi. Al salir del agua, desnudo y con una determinación que solo aumentaba su presencia imponente, Aurelio tomó a Andrés de la mano y le dijo: —Lo que quiero es que seas mi pareja, mi compañero. Quiero que me ames y aceptes casarte conmigo. Andrés, sintiéndose acorralado por la necesidad de salvar a su familia, aceptó. Pero le puso una condición: —Acepto, Aurelio, pero solo si tú me eres fiel. No puedo soportar la infidelidad. Sorprendido por la firmeza y valor del joven, Aurelio aceptó. Terminó todas sus relaciones extramaritales, algo que no había hecho nunca. En ese momento, besó a Andrés con una pasión desconocida para ambos, culminando en una entrega íntima y carnal. Con el tiempo, Andrés comenzó a sentirse atraído por Aurelio, descubriendo qué había en él que tanto deseaban las mujeres que lo rodeaban. Pero su vida junto a Aurelio no era fácil. La naturaleza posesiva y celosa de Aurelio, que nunca había mostrado con sus amantes, se volvió un problema constante. Ahora, con un verdadero amor en su vida, el miedo de perder a Andrés lo convertía en un celópata. A pesar de las dificultades, y a pesar de la cada vez más creciente molestia de Andrés con la actividad ilícita de Aurelio, su relación se fortalecía. El joven entendía que el amor que sentían el uno por el otro era único, aunque labrado a través de un camino tortuoso. Un amor nacido en circunstancias fuera de lo común y sostenido por la promesa de fidelidad y la esperanza de un futuro mejor, rompía las barreras del miedo y de la venganza, abriendo las puertas a la redención en un mundo donde el verdadero poder reside en el corazón. Y así, con el tiempo, Andrés se convertía no solo en la pareja de Aurelio, sino en la fuerza que podría cambiarlo, en el verdadero Señor del Corazón.