Forbidden Desire: A Tale of Narcissism, Obsession, and Enchantment in a World of Passion

Erase una vez en la vibrante ciudad de Los Ángeles, conocida por su glamuroso estilo de vida y su industria cinematográfica, vivía Roman Todd, un actor consagrado en el género de porno gay. Roman era famoso por su virilidad, atractivo físico y caracter narcisista. No había un momento en su vida que no dedicara a admirar su musculosa figura frente a un espejo o recibir elogios de sus fanáticos. Por otro lado, vivía un joven de 18 años, apodado "Nerd", quien era feo según los estándares de la sociedad y vivía una vida reclusa inmerso en sus libros y videojuegos. Durante un evento, por alguna razón, Roman decidió humillar y despreciar al Nerd. Fue un espectáculo humillante para el joven y para todos los presentes. Lo que Roman no sabía era que Eros, el dios del amor, lo estaba observando. Descontento con la arrogancia de Roman, decidió intervenir. Eros lanzó una flecha de amor que golpeó a Roman tan duro como uno de sus levantamientos de pesas de rutina. Roman se encontró repentinamente lleno de un amor obsesivo, posesivo y lujurioso. El objeto de su afecto no era otro que el Nerd. Inicialmente, Roman trató de seducir al Nerd con su figura esculpida, exponiéndola en cada oportunidad que tenía, pero el Nerd lo rechazaba en cada intento. Roman empezó a realizar cualquier cosa para que el nerd fuera suyo, desde hacer amigables acciones hasta eliminar a cualquier posible amenaza que pudiera interponerse en su camino. Una noche, Roman se encontró entrando a la casa del Nerd. "Voy a dejarte en paz", le dijo, "pero antes, ¿por qué no tomamos un café que he preparado para nosotros?" El Nerd accedió, cansado pero dispuesto a poner fin a todo esto. Lo que el Nerd no sabía era que en su taza de café, Roman había mezclado un potente afrodisiaco. La influencia del afrodisiaco fue tal que el Nerd cayó bajo el encanto de Roman. A la mañana siguiente, acompañado por un notario civil, ambos se casaron en una pequeña ceremonia privada. Posteriormente, Roman llevó a su recién casado esposo a su lujosa mansión y juntos disfrutaron de la noche. Fue una historia en la que la arrogancia y el narcisismo se encontraron con una lección de amor inesperada, y si bien no fue convencional, terminó en la felicidad y satisfacción para ambos Roman y Nerd. Al final, el corazón quiere lo que quiere, incluso si eso resulta ser el Nerd que una vez despreciaste.