"Enc encantador: Un Hechizo de Deseos" -> "Enc encantador: Hechizo de Deseos"

Érase una vez, en el Reino de Muy Muy Lejano, donde sus ciudadanos dormían en paz, una oscura bruja tramaba venganza. Esta bruja, cuyo nombre estaba perdido en las brumas del tiempo, había sido cruelmente humillada por el Príncipe Encantador, quien se burló de su apariencia y la despojó de su dignidad. Decidida a hacerle pagar, lanzó un poderoso hechizo de intercambio de cuerpos mientras ambos objetivos dormían. Al amanecer, Shrek despertó en un imponente cuerpo musculoso y atractivo. Encantador, por su parte, sintió la brutal realidad del cambio: se había convertido en el ogro verde, Shrek. Los ojos del príncipe, ahora llenos de terror, buscaron rápidamente una solución para revertirlo. No tardó en percatarse de que la bruja planeaba toda esta venganza y sabía que encontrarla sería su única esperanza. Mientras tanto, en la charca donde Shrek solía vivir, Fiona despertó y se sobresaltó al ver a quien creyó ser su esposo en el espejo. Pero el comportamiento extraño del "Shrek encantador" confirmó sus sospechas: algo terrible había sucedido. Shrek, atrapado en el cuerpo de Encantador, experimentaba una extraña mezcla de emociones. Al principio, se sentía fuera de lugar y añoraba su vida simple y feliz junto a Fiona y sus hijos. Sin embargo, la tentación del nuevo físico gradualmente empezó a atraerlo. Mirándose en un espejo de cuerpo entero, Shrek exploraba cada músculo, cada rasgo esculpido. Flexionaba sus bíceps, admiraba cómo se definían sus abdominales, y se sentía envuelto en una embriagadora sensación de poder y admiración. Sentía una fascinación creciente por el reflejo, una que nunca había conocido en su vida como ogro. Entre tanto, el príncipe Encantador, atrapado en el cuerpo de Shrek, luchaba contra el desprecio y las miradas horrorizadas de aquellos que alguna vez lo habían venerado. Desesperado por recuperar su antiguo ser, pidió ayuda en todos los rincones del reino, solo para toparse con rechazo y disgusto. La búsqueda de Encantador lo llevó a rastrear a la bruja, mientras el propio Shrek, ahora sintiéndose cada vez más cómodo y eufórico en su nuevo físico, se distanciaba de sus anteriores deseos de regresar a su vida como ogro. Lentamente, comenzó a disfrutar de los privilegios y la admiración que venían con su nuevo cuerpo perfecto. Pero Fiona, con su astucia y amor profundo por Shrek, no podía dejar que el cambio se mantuviera. La dedicación de Fiona al verdadero Shrek la impulsó a reunir a los amigos más cercanos de ambos, entre ellos, el burro Donkey y Gato con Botas, para revertir el hechizo. Sin embargo, a medida que tiempo pasaba, la verdadera enemistad y vanidad del príncipe Encantador comenzaron a erosionar la paciencia de sus amigos. La batalla final por los cuerpos culminó en el castillo de la bruja. Abrumados por los reflejos de sus verdaderos seres, la fuerza del amor y la amistad comenzaron a desentrañar el hechizo. Pero sería Shrek quien, en un momento de autoconciencia, reconocería la intrínseca calidad de su verdadero yo y la necesidad de sacrificarse para salvar lo que más amaba. Con el espíritu del príncipe Encantador quebrantado y expuesto, la bruja, alcanzada por la compasión de Fiona, decide finalmente revertir el hechizo. Shrek, libre ahora del eufórico encanto de la belleza superficial, regresa a su antiguo cuerpo, aceptando con gratitud y amor la bondad genuina de su vida. La lección aprendida: la verdadera belleza viene del corazón, algo que ni la brujería más poderosa puede alterar. Muy Muy Lejano respiró de nuevo la paz, y si bien el príncipe Encantador nunca volvió a ser el mismo, tanto Shrek como Fiona celebraron su amor inalterable, demostrando que la auténtica magia reside en aceptarse a uno mismo.