**El Rey de Corazones: La Oscura Transformación de David Chocarro**-1

Érase una vez, en las brillantes luces de Hollywood, donde la fama y la fortuna coronaban vidas e inevitablemente alteraban almas, vivía David Chocarro. Conocido su nombre en todas partes, David era un actor y modelo atractivo, musculoso, viril y, sobre todo, ególatra y narcisista. Sin embargo, antes de ser la estrella que todos admiraban, David había sido un esposo dedicado y un padre amoroso. Su esposa, Clara, siempre estuvo a su lado, soportando las tormentas de su humilde comienzo y compartiendo su deseo de alcanzar el éxito, motivado principalmente por su hijo recién nacido, Leonardo. El hambre de éxito de David no era solo para él, sino para asegurar un futuro brillante para Clara y Leonardo. Su talento y persistencia lo catapultaron al estrellato, logrando ofrecerles todo lo que alguna vez soñaron. Sin embargo, con la fama llegó la vanidad y la lujuria que lentamente devoraron su corazón. Mujeres atraídas por su físico comenzaron a circular en su vida, conduciéndolo a olvidarse de Clara y Leonardo. Durante sus glamurosas noches de excesos, las promesas y recuerdos de su antigua vida se desvanecieron. El amor de David hacia Clara se fue desmoronando, tratándola cada vez más como una criada, confiriéndole el cuarto de los sirvientes para dormir y negando su existencia frente a otros, proclamándose soltero. Cansada del dolor y la humillación, Clara optó por pedir el divorcio y pelear por la custodia de su hijo. Sin embargo, utilizando su influencia y poder, David se aseguró no solo de materializar el divorcio, sino de retener a Leonardo, con el objetivo de castigar a Clara por haberse atrevido a desafiar su autoridad. Los años pasaron y el odio se enraizó en el corazón de David. A medida que Leonardo crecía, era objeto constante de humillaciones y desprecios por parte de su propio padre, quien lo veía como un nerd débil e insignificante, presentándolo a la sociedad como su ahijado para negar su lazo sanguíneo. Leonardo, cargando con su enfermedad cardíaca en secreto, soportaba en silencio el doble tormento: el bullying de sus compañeros y la crueldad de su propio padre. Un día, agotado por tanto sufrimiento, Leonardo decidió abandonar la mansión. Con la mochila al hombro, se dirigió a la puerta solo para encontrarse con su padre. "Nunca podrás resistir allá afuera," le dijo David con desdén, "eres un insignificante. No podrás sobrevivir." Leonardo reunió el poco valor que le quedaba y respondió: "Prefiero vivir en la pobreza que seguir viviendo con un ególatra que piensa que el mundo es suyo." Estas palabras enfurecieron a David, quien levantó la mano para golpearlo, pero antes de que el puño cayera, Leonardo sufrió un ataque cardíaco y cayó desmayado. Por primera vez, David sintió preocupación genuina y llevó a Leonardo al hospital de inmediato. Allí se enteró de la enfermedad cardíaca de su hijo. Viendo al joven postrado en una cama, David sintió un remordimiento tal que su helado corazón comenzó a romperse. Desde entonces, cuando estaba junto a la cama del hospital, repetía incansablemente: "Hijo, perdóname, por favor despierta. Encontraré un corazón para que vivas." Empezó a cuidar a Leonardo personalmente, suplicando cada noche por su perdón y prometiendo encontrar un trasplante adecuado. Al descubrir el diario de su hijo, leyó sobre el bullying y las humillaciones que sufrió, motivos suficientes para que una chispa perversa se despertara en él. Determinado a encontrar un corazón compatible, David se sumergió en el bajo mundo, ganándose el apodo de "El Rey de Corazones". Secuestraba, torturaba y arrancaba los corazones de los torturadores de su hijo, presentándolos al cirujano con la orden de verificar si eran compatibles. La locura escaló, y David culpó a todas las amantes pasadas por no haber pasado el tiempo suficiente con Leonardo. Mantuvo relaciones con ellas una última vez antes de arrebatarles la vida y su corazón, todo con la esperanza de redimirse y salvar a su hijo. Al final, un corazón finalmente fue compatible, y Leonardo despertó del coma. Al ver el cambio en su padre, lo perdonó. David le advirtió al cardiólogo que, si quería vivir, nunca debía revelar sus crímenes. Por miedo, el doctor aceptó. Leonardo comenzó a vivir bajo el cuidado de un padre amoroso, pero también extremadamente protector y posesivo, que cortó cualquier lazo con el exterior. Los crímenes de David fueron eventualmente descubiertos, y Leonardo decidió huir con su madre al ver la necesidad de David de ayuda psicológica. Lamentablemente, David se dio cuenta de sus planes y, una noche, drogó a Leonardo para llevárselo lejos. "Comenzaremos una nueva vida, solo tú y yo" murmuró, habiendo fingido su muerte en un incendio en la mansión. David eliminó a los restos del último bully de Leonardo y del incompetente director de la preparatoria, evitando la pobreza al trasladar toda su fortuna a su nueva identidad. "Por algo soy el Rey de Corazones," pensó David, "el rey del crimen y el asesino serial más poderoso." Leonardo seguía dormido, sin saber qué le esperaría al despertar en los brazos de aquel monstruo que alguna vez fue su padre. Y en su mente enferma, David creía haber hecho todo lo correcto por amor a su hijo, olvidando que el verdadero amor no necesita terror ni sangre para existir. La vida de David Chocarro, tragada por las sombras de su ego, se convirtió en un oscuro testimonio de hasta dónde puede llegar la locura disfrazada de amor.