El Reflejo del Alfa: Amor y Sombra

En un rincón distante de un denso bosque, envuelto en sombras y susurros, gobernaba una manada de lobos bajo la férrea mano de un Alfa legendario. Este Alfa, llamado Darius, era un hombre lobo atractivo y musculoso, de una belleza sobrehumana y una fuerza inconmensurable. Aunque en años mortales aparentaba tener unos juveniles 25 años, la realidad era que Darius había atravesado 130 años bajo la luna llena, consolidando su estatus como un ser poderoso y temible. Sin embargo, su coraza exterior ocultaba un corazón envenenado por el narcisismo y la venganza. Un siglo y tres décadas de vida no habían aportado paz a Darius. Durante su vigésimo quinto año como hombre lobo, se había enamorado perdidamente de una mujer mortal llamada Elena. Sin embargo, Elena, sin conocer la verdadera naturaleza de Darius, se casó con otro hombre. Enfurecido por este rechazo, Darius ideó una terrible venganza: arrebatar al bebé recién nacido de Elena. Una noche, con sigilo y determinación, Darius entró en la casa de Elena y raptó a su hijo. Su intención inicial era cruel: matar al bebé para quebrar el espíritu de Elena. Pero al mirar los ojos del pequeño, algo se removió en su corazón endurecido. No fue capaz de derramar la sangre inocente. Así que decidió criar al niño como su propio cachorro. Para Darius, esto sería la venganza perfecta; Elena y su esposo jamás verían crecer a su hijo. Los años pasaron rápido como hojas en el viento. El niño, nombrado Lucas por Darius, creció bajo la tutela del Alfa, aprendiendo las costumbres de la manada y desarrollando un amor profundo y confuso por el hombre lobo que consideraba su padre. Darius, a su vez, se volvió extremadamente protector y posesivo, creando un escudo insuperable alrededor de Lucas. Nadie se atrevía a acercarse demasiado, pues el miedo a la furia de Darius era mayor que cualquier deseo de amistad. A los 17 años, Lucas era un nerd adorable en la escuela, pero solo tenía dos amigos verdaderos: el futuro Beta y el Delta de la manada. Una tarde, descubrió algo asombroso: dos nuevos maestros en la escuela eran, en realidad, sus verdaderos padres, Elena y su esposo, que llevaban años buscándolo. El miedo a perder a Lucas fue suficiente para desatar la verdadera naturaleza de Darius, y asesino a la pareja, sellando su destino de convertirse en el único padre del muchacho. El secreto de Darius quedó enterrado en la oscuridad, mientras que Lucas nunca supo la verdad. Por más que el joven crecía, una sombra de tristeza lo perseguía. Un día, Lucas confesó a Darius que estaba enamorado de su amiga de la escuela, pero que ella solo lo veía como amigo y estaba interesada en otro chico. La furia de Darius fue instantánea; no podía soportar que una simple mortal rompiera el corazón de su querido hijo. Esa noche, decidió actuar. Penetró en la habitación de la chica, revelando su verdadera forma de lobo. Asustada, la joven recordó las historias de su madre: nunca rechaces el amor de un licántropo. Darius le impuso un ultimátum: debía terminar con su novio, pedir perdón a Lucas y declararle su amor, con la intención última de casarse y formar parte de la manada. Temblando de miedo, la chica aceptó. Siguió cada una de las instrucciones de Darius. Lucas, al no conocer la verdad, creyó en la sinceridad de los sentimientos de la chica. Pronto, la joven se convirtió en su novia, y el Alfa comenzó a preparar el futuro de su "hijo". Consultó a la bruja de la manada para realizar el ritual de adopción de sangre, transformando a Lucas en un hombre lobo y un Alfa legítimo. Ahora, Darius contemplaba su obra con orgullo. Su venganza había florecido con espinas, y su dominio se extendía a través de generaciones. En sus ojos brillaba la satisfacción narcisista de un plan consumado. Pero en lo profundo, una verdad inquietante susurraba: ni siquiera el lazo más fuerte podría encadenar un corazón con secretos tan oscuros.