**El Legado Oscuro**

**Título: Herederos de la Noche** Una tormenta sacudía la ciudad cuando Christian de la Campa, un hombre atractivo, musculoso y ególatra, regresaba a su lujoso penthouse tras otra noche de éxito en las pasarelas y los sets de rodaje. A sus ojos, sólo tres cosas importaban: su carrera, su cuerpo y las mujeres que solía usar sólo para sexo. Pero había alguien más en su vida, una presencia que consideraba su mayor vergüenza: su hijo de 16 años, Lucas. A diferencia de su padre, Lucas era un joven noble, de cuerpo delgado y lentes. Christian nunca había sentido orgullo por él. Lo negaba ante el mundo, lo golpeaba y humillaba, y lo hacía pasar como un simple ahijado. Una noche, todo cambió. Christian tuvo un encuentro íntimo con una mujer que resultó ser una vampiresa. En un momento de sed descontrolada, la mujer lo mordió y lo convirtió en vampiro. La transformación fue brutal; comenzó a ver a los humanos como presa y a cazar por las noches. Lucas no tardó en notar los cambios en su padre y las noticias sobre muertes de mujeres con marcas de mordidas en el cuello. Decidido a descubrir la verdad, siguió a su padre en una de sus cacerías nocturnas. Cuando vio que Christian iba a atacar a una mujer, intervino valientemente y le pidió a la víctima que huyera. Christian, con los colmillos listos para atacar, se detuvo al escuchar la palabra "papá" de los labios de Lucas. El aroma de la sangre de su hijo lo inundó, y algo en su naturaleza vampírica reconoció a su "heredero". Lucas, en un acto de desesperación, se cortó la mano y ofreció su sangre a su padre. Christian, recuperando un atisbo de control, bebió y luego, entre lágrimas carentes de humedad por su naturaleza vampírica, preguntó: —Me convertí en un monstruo. ¿Por qué no huyes de mí después de todo el daño que te he hecho? —Porque eres mi padre —respondió Lucas con voz firme—. No eres un monstruo; saldremos adelante. Nos tenemos el uno al otro. Desde ese momento, su relación cambió. Christian comenzó a pasar más tiempo con Lucas y, por primera vez en años, trató de ser un buen padre. Sin embargo, la paz duró poco. La mujer que Lucas había ayudado a salvar denunció a Christian. Para evitar la caza, Christian decidió huir con su hijo, refugiándose en una de sus propiedades. Christian prometió a Lucas que no mataría a más personas, sino que cazaría animales para alimentarse. Lucas le creyó, aunque la realidad era otra. Por las noches, mientras Lucas dormía, Christian salía a la ciudad, seducía a mujeres, las llevaba a la cama y las mataba. Esta mentira perduró por meses, hasta que Lucas descubrió la verdad. Desesperado y convencido de que su padre no tenía salvación, planeó su escape con la ayuda de algunas personas. Fingió que la policía lo llevaba a un hogar de paso. Pero Christian lo encontró y lo "rescató", llevándolo a otra propiedad más segura, esta vez con un guardián. Intentó escapar varias veces, pero siempre era frustrado. Christian vigilaba, protegía y consentía a Lucas, enseñándole a ser fuerte, atlético y abandonando sus lentes. Pasaron los años y Lucas, ahora un joven adulto, casi llegó a compartir la rutina de su padre. Sin embargo, Christian temía la soledad, y una noche, con el corazón confundido por su deseo de eternidad junto a su hijo, mordió a Lucas y lo convirtió en vampiro contra su voluntad. Lucas se despertó en la oscuridad de su nueva existencia, con la triste certeza de que nunca podría escapar del destino que su padre había decidido para él. Aunque las sombras de la noche los mantenían unidos, una grieta imperceptible se había formado entre ellos, una grieta que ni siquiera la eternidad parecía capaz de cerrar.