El Legado del Vampiro: Un Encuentro Inesperado con un Destino Entrelazado

Una vez, en una ciudad llena de vanguardismo, vivía un vampiro llamado Victorio, quien era extremadamente atractivo, musculoso, egoísta y narcisista. A pesar de contar con 530 años de existencia, aparentaba no más de 30, y debido a sus poderes de vampiro, había logrado mantener un aspecto inconcebiblemente joven. Embebido en su narcisismo, siempre estaba en la búsqueda de la próxima víctima para saciar su sed. Una fría noche, sus ojos cayeron sobre un joven de 17 años. Un chico de apariencia normal, muy al contrario de las víctimas habituales de Victorio, empezaba a ceder bajo su influencia hipnótica. Sin embargo, justo antes de que la afilada dentadura de Victorio penetrara su cuello, notó un detalle en su presa, un lunar en la mejilla derecha. Un lunar que sólo los miembros de su familia portaban. Sorprendido, Victorio usó sus poderes para interrogar al chico. El chico confesó que nunca había conocido a su padre, y que era fruto de un abuso hacia su madre. Al oír esta trágica historia, Victorio se percató que el nerd era nada más y nada menos que su propio hijo. El narcisismo de Victorio le habían llevado a cometer errores imperdonables. Decidido a remediar su pasado, Victorio utilizó sus habilidades para adormecer al chico y llevarlo a su imponente mansión, debido al código vampiro que establecía la propiedad de los descendientes nacidos de la unión de un vampiro y un mortal. Al despertar, el chico, asombrado, se encontró en una fortaleza gótica lujosamente decorada. Victorio, armándose de valor, le reveló la verdad. El chico estaba sorprendido, pero después de superar el shock inicial, decidió quedarse. El problema radicaba en la educación de su hijo. Ya no estaban en la época donde caballerosidad y lucha a espada eran la norma. Victorio debía cambiar y adaptarse a los tiempos modernos para guiar correctamente a su hijo en la nueva vida que le esperaba. Utilizando su eternidad de conocimientos, Victorio empezó a educar a su hijo en la historia de la humanidad, las matemáticas, las ciencias, e incluso en el cuidado de las relaciones humanas, una lección que él mismo aprendía mientras enseñaba. Con el paso del tiempo, el egoísmo y el narcisismo de Victorio comenzaban a desvanecerse, para dar paso a un padre amoroso e indulgente. El chico nerd no solo se convirtió en un hombre educado y resuelto, sino que también encontró un padre y un guía en quien antes era un depredador. La redención es posible, incluso para una criatura de la oscuridad.